Las quejas de los usuarios eléctricos se oyen por doquier, en el transporte público, en las calles, en las oficinas, en las redes sociales, en los grupos de Whatsapp, y en las filas de los clientes en las oficinas de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDEs), adonde recurren para expresar su inconformidad con el servicio y a reclamar por las altas facturas.
Los lamentos por la inclemencia de los apagones no tienen lugar favorito, las mismas son externadas en sectores como Los Alcarrizos, Boca Chica, Villa Consuelo, los kilómetros de la autopista Las Américas, Cancino II, Residencial Doña Carmen en el kilómetro 11 de la Autopista Duarte, Prologanción 27 de Febrero, Marbella II, Gazcue, Residencial Amanda II, entre otros sectores.
“Aquí en Los Alcarrizos tenemos apagones hasta de ocho horas, debo aclarar que los apagones ocurren como 3 a 4 veces por semana, anteriormente nuestro circuito era de 24 horas. Las facturas de dos años atrás eran de 1,500 a 1,800 por mes y ahora tienen descontrol que nos han llegado facturas hasta de 3,000 pesos”, expresa la maestra Lidia Ogando al Listín Diario.
En tono similar, se expresó Gerinalda Liberato, quien indicó que en el residencial Alameda Este, donde vive, la gente está al grito con el incremento de los apagones y la alta facturación.
“En los últimos tres años, la factura me ha incrementado 271%. Hago las reclamaciones y nunca aplican, y te mandan para Protecom y esa oficina es una pérdida de tiempo”, señaló Liberato al ser consultada.
Narra que uno de sus vecinos le comentó que las EDEs siempre tienen un cuento para justificar los apagones y le dijo “yo me niego a volver al retroceso de instalar un inversor o una planta eléctrica. Yo pago una energía muy cara y lo menos que merezco es el servicio por el cual pago”.
Alba Montero de los Santos, residente en el residencial Alameda desde hace más de 25 años, manifestó que luego de lograr un avance sostenido en los servivios de agua y luz 24 horas, en los últimos dos años se sienten un retroceso.
“Estamos pasando los momentos más difícil con el colapso eléctrico a donde no tienes hora para irse y mucho menos para llegar, con una tarifa eléctrica que cada dia llega más cara, no importa la tanda de apagones”, señaló Montero de los Santos.
El doctor Roberto Espinal, residente en el ensanche Altagracia de Herrera, colgó su factura de RD$9,933.00 en las redes sociales indicando “En mi casa hay 8 bombillos de bajo consumo, una nevera y me voy cada día a las siete y regreso a las 5:00 pm. En la noche enciendo dos acondicionadores de aire de bajo consumo, por lo menos 4 horas. Creo que me están robando”.
En el caso de Yokasta Domínguez, residente en el km. 11 del Residencia Doña Carmen de la autopista Duarte y propietaria de un negocio de respuesto de motocicletas, el problema no son los apagones, sino la alta facturación. “La energia esta cero apagones solo que muy cara desde Junio de este año subió a un costo increíblemente”, refirió.
En el sector Cancino II de Santo Domingo Este, reportaron apagones de hasta 12 horas sin que la empresa distribuidora ofrezca una explicación, ni muestre ningún intento de mejorar el servicio.
Otro usuario inconforme con la alta facturación de la energía es Ángel Dario Sánchez, quien indicó al Listín que la factura va en aumento de mes en mes. dijo que en su casa “de un promedio de RD$3,000 a RD$3,500 en el primer trimestre del año, ya estamos en un promedio de RD$10,500”.
Con Sánchez coincidió Rafael Reyes, quien vive en la Prolongación 27 de Febrero y señaló que salvó algunas excepciones su facturación se ha incrementado en un 80%.
Las periodistas Lilian Tejeda y Agueda Solano se sumaron a las quejas por la tanda de apagones.
Tejeda expuso “donde vivo, en el residencial Amanda II de Santo Domingo Este, teníamos luz 24 horas, teníamos un inversor y no usábamos y tuvimos que instalarlo de nuevo”.
Solano, residente en el sector Villa Consuelo, indicó que “desde que amanecía estudiando con una vela, como en 2016 por ahí, nunca más me había tocado prender una, hasta estas últimas semanas, cuando en mi casa se compra más vela que pan”.
Frustración
Con un alto nivel de frustración por los constantes apagones se expresó Bárbara Amador, una maestra que ofrece clases en linea de idiomas y residente cerca de la Charles de Gaulle.
“Los apagones causan una frustración enorme porque son constantes y largos. Cuando tuvimos el sistema 24 horas todo el mundo descuido las baterías y ya no tenemos inversores funcionales. Si uno da clases en línea nunca se siente seguro porque sabe que puede quedar mal con los estudiantes”, expuso a Listín Diario.
Agregó que comprar un inversor y baterías nuevas no es una opción para algunas personas con recursos limitados y para colmo dijo, la factura viene más alta cada mes.
“Uno se aterroriza pensando hasta donde va a llegar, y si habrá que endeudarse para pagar alguna factura. Y si te endeudas, qué vas a hacer los próximos meses. En realidad, es frustrante, irritante, estresante, y triste. Uno no puede vivir así”, concluyó la docente.
Los reclamos de los usuarios por apagones encuentran poca acogida en las EDEs, empresas que se justifican con el tema de las averias debido a la alta demanda por consumo.