Llegamos a Baní sin ruta alguna. ‘Mira, el Centro Cultural Perelló, ¿entramos?’. La pregunta es de mi hijo Alexis. ‘Vamos’. En un muro exterior anuncia la exposición ‘Ángeles de plátano’, de Raphael Díaz. En el vestíbulo nos recibe Biannelly Guerrero, quien señala hacia el salón con la muestra temporal del pintor cubano que vive en Estados Unidos. Para estos cuadros, explica, se inspiró en el ‘bullying’ que sufrió de niño. En el medio, una instalación: sobre el suelo tiene forma de cruz. En lo alto, una pequeña cruz y dos banderas: hacia un lado, de Estados Unidos; al otro, de República Dominicana. Detrás, ‘plantadas’, matas de plátano. Sobre una franja una frase de Albert Einstein: ‘Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor… recuerda que si eliges el mundo quedarás sin amor, pero si eliges el amor, conquistarás al mundo”.
Acompañados de Biannelly nos adentramos en el Centro. Ante un rincón que me toma de sorpresa me detengo. ‘Es la representación de una sala típica dominicana’. Fue facilitada por Dagoberto Tejeda. Camino entre los muebles de caoba para observar cada detalle. Me agacho para leer una identificación sobre un asiento: ‘Colección Dr. Dagoberto Tejeda. Dos sillas elaboradas en caoba y topes en pajilla. Propiedad de Dagoberto. Perteneció a una familia banileja de la década de los 50’. Entre otros objetos de épocas pasadas un radio y un interesantísimo teléfono desde uno de cuyos extremos sale una bocina. En una vitrina hay muñecas de diferentes países. Y recostada de la pared una bicicleta: ‘Perteneció al primer mensajero de la provincia’. ¡Me encanta este espacio!
Tras salir de este ambiente cruzamos un espacio abierto con una rotonda rodeada de llamativas chivas. Son las ‘Gloria’, hechas en fibra de vidrio y pintadas por artistas diferentes. El entorno trae un bien cuidado paisajismo con algunos bancos para el relax. Lo que Biannelly quiere, empero, es enseñarnos la colección de ‘Páginas Banilejas’, la publicación fundada en 1941 por Miguel Ángel Castillo, que llegó hasta 1975. La UNESCO la reconoció como una ‘memoria del mundo para América Latina y el Caribe’. Luego de ver las áreas de computadoras, puestas sin costo alguno al servicio de los estudiantes, conocemos la cafetería y contemplamos en su terraza un atractivo mural realizado por Said Musa: ’Baní, una mirada de color’. ‘Narra en fragmentos, de izquierda a derecha, el día típico de un campesino dominicano’.
PROYECCIÓN
El Centro Cultural Perelló realiza en Baní concursos literarios infantiles y juveniles. Tiene un área de computadoras para uso gratis de estudiantes y auditorio. Mantiene un programa constante de actividades culturales de índole diversa.