Nacionales

Un cúmulo de males altera la vida de vecindarios en La Victoria

La desesperación de los vecindarios en La Victoria, elevado de distrito municipal a municipio por la ley 15-24, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, se siente desde que usted avista a Fedelina Lugo, una mujer cristiana entregada a la venta de empanadas, quipes, bollitos y jugos, desde las 8:00 de la mañana, para ganar la manutención de su familia.

“Esto está fuerte”, se quejaba Lugo, mientras despachaba a un vecino del sector.

Los males se agrupan así: Basura por doquier, zanjas, delincuencia, calles deterioradas y quejas abundantes que recaen sobre el titular de la comunidad, Miguel Saviñón, alias “El Gringo”, a quien sindican por no atender los problemas y reclamos de los vecindarios.

Son estos los elementos detonantes de un malestar casi colectivo en La Victoria, que a su vez une a los comunitarios porque abate la vida de todos en esta zona norteña, donde está situada la principal cárcel y la de mayor población penitenciaria del país.

Un cúmulo de basura se agrupa ante el frontal de la tristemente renombrada prisión, provocando malestar entre los pobladores que, debido a la escasa actividad de los camiones colectores basura, son forzados a depositarla en ese espacio, convirtiéndolo así en un basural.

Una calle interior sin pavimento en un vecindario de La Victoria
Una calle interior sin pavimento en un vecindario de La Victoria.listin diario

“El índice de contaminación que hay aquí sobrepasa todo”, comentó Richard Sid, un dueño de colmado con 20 años de residencia en la comunidad.

“Las familias, los vecinos y la comunidad se ven obligados a tirar la basura ahí porque no tienen un espacio donde ponerla y, normalmente, aquí el síndico no está haciendo nada”, afirmó Sid.

Entre las ganas de vender y la impotencia por la basura que también afecta a su negocio de colmado, Sid indica que la limpieza, de ser algo básico, se convirtió en “algo imprescindible para los moradores”.

“Es una basura que está frente a una comunidad que tiene niños; frente a una cárcel que tiene presos, y la contaminación que hay se sale de lo normal. No están llegando las autoridades”, agregó.

Abel Rojas, un residente bien conocido como El parqueadero”, señaló que el 30 de diciembre de 2024 fue al ayuntamiento local para que enviaran un gredar, para que el municipio no recibiera Año Nuevo con basura por todas partes.

Entre tanta basura se observaron racimos de plátanos, de lo que Rojas afirmó, como razón, que los Comedores Económicos dieron desayuno escolar y los camiones “lo tiraron en ese lugar”.

La acumulación de agua estancada en zanjas y otras vías de desagüe a los vecindarios tiene a los residentes con el grito al cielo, que además temen al peligro de enfermedades.
La acumulación de agua estancada en zanjas y otras vías de desagüe a los vecindarios tiene a los residentes con el grito al cielo, que además temen al peligro de enfermedades.listin diario

El agua acumulada, mezclada con basura en las zanjas, fue causante de que una niña de 2 años sufriera una caída y durara 7 días hospitalizada.

Según Miguel Torres Marte, un ciudadano con 30 años viviendo en el municipio, mostró unas de las zanjas que conecta a su hogar y comentó que, cuando llueve, “entre todos tenemos que cavar, a destapar el lodo, con los mosquitos, con los gusarapos, con los ratones, con toda la vaina”.

Con un vestido marrón y un gorrito de satín sobre la cabeza, salió de su casa Yoelbi Mercedes de León Alcántara para mostrar una de las tantas zanjas que hay cerca de su vivienda.

Con rabia y señalando la zanja que tenía agua y expelía mal olor, Mercedes de León indicó que cuando Miguel Saviñón fue dijo que no hay presupuesto para arreglar ese problema y que si ellos tienen 20,000 pesos, que lo pongan para resolver el caso.

A una voz, Yoelbi, como sus vecinos, decían que le dieron 4 años más a “El Gringo”, pero éste “no ha hecho nada por la comunidad.

Delincuencia

Los motoconchistas que tienen su parada cerca del cuartel y la parroquia municipal, aseguran que no tienen descanso por la delincuencia, además de que los agentes policiales que los apresan para justificar están trabajando.

“Los motoconchistas que estamos trabajando somos los delincuentes de aquí. Nos agarran de día y de noche; no podemos trabajar. Los puntos de drogas pagan sus peajes y nos agarran a nosotros para justificar su trabajo”, denunciaron. 

Indicaron que los delincuentes les quitan sus motocicletas y ellos mismos los contactan para que  devuelvan el motor, “pero el truco está en que tienen que llevar entre 15,000 y 20,000 para que se ejecute la acción”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *