Tony Almont se propuso estudiar arquitectura al salir del bachillerato, pero la dejó por la danza. “Yo lo que quería era bailar en ese momento”, aunque la música “siempre me cautivó desde que era niño porque yo dormía con un radio oyendo canciones”.
En el colegio, incluso, contó Almont, le ponían de castigo “porque yo andaba dando brincos”. Hasta formaba parte de un grupo de baile folclórico “y mi papá me sacó de ahí porque los profesores se quejaban de que vivía bailando, como si eso fuera malo”.
El grupo de rock Toque Profundo, en 1989, llega justo en ese momento de toma de decisiones para enrumbar sus pasos postadolescencia y que finalmente cambiarían sus anhelos iniciales.
“Cuando se me presenta la oportunidad de formar parte de la agrupación yo estaba con la idea de buscar una beca porque tenía profesores de danza que me decían que yo tenía talento para eso. Yo estaba en eso, ya había dejado la universidad y en ese ínterin ganamos las Olimpiadas Rock, entonces ya comienza a plantearse otra cosa en mi vida”, relató Almont, vocalista de Toque Profundo, en visita a LISTÍN DIARIO.
Su recorrido también incluyó a Radio Listín. En esos años mozos, fue a un concierto en Playa Caribe, donde se encontró con Pochi García, quien era director de la emisora.
“Yo fui a ese concierto de Lógica Nova a hacer coro y ahí Pochi me dice: – ¿qué estás haciendo? En ese tiempo yo trabajaba de DJ en un bar que se llamaba O Bar. Yo tenía ya años trabajando ahí de noche. Entonces él me ofreció trabajar en la estación radial. Yo me crié oyendo esa emisora y yo cogí para acá en el turno de las 2:00 de la mañana. Entonces, así yo acababa del show a las 2:00 de la mañana y arrancaba para acá a trabajar radio, en vivo, la noche entera hasta las 5 de la mañana”.
En el caso de Joel Lazala, entró a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra a estudiar Mercadeo. Al mismo tiempo era miembro de Toque Profundo.
“Como al año que ya estábamos tocando mucho y que yo había entrado al grupo, en el 92, 93, empezamos a viajar para el interior y muchas actividades, se me complico la universidad porque yo con lo que ganaba me la pagaba, pero hubo un momento en que ya empezaba a faltar, se me quemaron un par de materias, se fue cayendo todo a pedazos y tuve que dejarla lamentablemente”, narró.
En cambio, Tomás Alvarez, desde los 13 años de edad tenía claro que quería ser músico, pero igual decidió cursar una carrera universitaria.
“Claro, uno siempre uno quiere tener como una opción B porque yo entré a estudiar Publicidad en la universidad, terminé la carrera junto con el grupo”, recordó Alvarez.
Luego agregó: “Yo podía tocar un miércoles en Cabarete, pero tenía que venir para atrás de una vez porque tenía que ir a la universidad. Y si tocaba el viernes y el sábado y tenía que estar en el trabajo a las 9, entonces yo cogía la guagua de las 6 y me tiraba directo, pero con el tiempo entre publicidad, música y diseño gráfico la música me jaló porque era lo que más me dejaba y lo que más me gustaba. Yo nunca pensé en dejar la música”.
Tomás ingresó en noviembre de 1990 a Toque Profundo, mientras Joel lo hizo en septiembre de 1991.
UN AÑO CLAVE: 1989
Eran unos mozalbetes cuando en 1989 subieron a un escenario y desde entonces sus huellas permanecen indelebles en el rasgueo del rock local y en la escena musical dominicana.
Toque Profundo ganó ese año una competencia de bandas del país, denominada “Olimpiadas Rock”, plataforma que le dio el impulso para iniciar una carrera contracorriente, marcada por retos como el que se proponen en agosto próximo cuando presenten su concierto sinfónico en Hard Rock Live de Santo Domingo para celebrar sus 35 años de vida artística.
“Los cinco que participamos esa vez en el grupo nos conocimos un mes antes de realizarse las Olimpiadas, pero logramos aunar toda esa energía y todo ese gusto que teníamos por las canciones que habíamos compuesto, tocar juntos y tener una propuesta que voló la tapa de la cabeza a la mayoría de la gente, éramos todos gente muy rara, haciendo muchísima loquera, pero obviamente calamos en el gusto de quienes estaban ahí”, relató Tony Almont, voz y segunda guitarra.
Joel Lazala, baterista del grupo y quien en ese entonces cuando Toque Profundo ganó la sexta edición de las Olimpiadas Rock, estaba como parte del público y recuerda esos primeros pasos.
“Nosotros y los demás chicos que estábamos ahí decíamos: – ¿y estos tígueres, de dónde fue que salieron?, porque eran muy diferentes, se veían como muy grandes, como mayores, porque la mayoría de los grupos eran chamaquitos, de 14 a 17 años, y estos tígueres grandísimos, que se subieron en una bocina y se tiraron al público, realmente llamó la atención y fue parte de lo que le gustó a la gente”.
En el caso del bajista Tomás Álvarez a la memoria le llega que se encontraba en el Dominicano-Americano con su amigo Alexis de Peña cuando Tony Almont y Leo Susana llegaron “y se ponen delante de nosotros”, generando curiosidad.
La banda inicial que subió a las Olimpiadas en 1989, además de Tony Almont y el guitarrista Leo Susana, estaba conformada por el tecladista Lorenzo Zayas-Bazan, el baterista Máximo Gómez y el bajista Osvaldo Peña Prieto.
Leo Susana y su primo Máximo Gómez salieron del grupo en 1991, luego formando la banda de rock pesado JLS + Cousin Max en 1992, que luego sería simplificada como JLS. Antes, a finales de 1990 ingresó a Toque Profundo el bajista Tomás Álvarez (ex Los Desafortunados).
Entre los beneficios que ofrecía ganar las Olimpiadas había uno muy especial y que Tony Almont mantiene muy vivo en su mente: “En ese momento la gente no lo entendía, que era la posibilidad de grabar”. Los costos de grabación eran muy elevados para un grupo de formación incipiente.
“Para los artistas independientes de esa época, grabar era una cosa inalcanzable, no sabíamos ni dónde quedaban los estudios de grabación, aparte de que eran dos o tres estudios que habían”, comentó Almont.
Sus dos primeras grabaciones fueron “Mi País” y “El Jevito”, que entraron al cerrado circuito radial de la época de dos o tres emisoras que sonaban rock local.
“Un detalle es que la emisora la X-102, que todavía la familia Pons todavía dirige con la misma ambición de siempre, eran patrocinadores de las Olimpiadas y eso significaba que las canciones que nosotros íbamos a grabar las iban a colocar en la radio, que esa era otra proeza de esos tiempos”.
En un país tropical, de merengue, salsa, bachata, de música súper caribeña, estos muchachos se dejaron influenciar por el rock.
“Todo esto viene desde la época de Milton Peláez. Muchísimos grandes músicos dominicanos, inclusive, los que propiciaron esa época de la edad de oro del merengue, Bonny Cepeda, los mismos Rosario, Dioni Fernández, todos esos tenían grupos de rock”, sostuvo Almont.
A seguidas abundó: “Nuestra situación geográfica nos ayuda a tener una cantidad de influencias. Y todos tenemos algún familiar que vivió afuera y que durante los ochenta, setenta, emigró a Estados Unidos. Había una información que venía activa y venía”.
Según sus explicaciones, en los 80 había una especie de fenómeno que lo lideraba la emisora La Nota Diferente, que ante la avalancha de rock en inglés como respuesta vino el rock en español.
“Estas propuestas en nuestro idioma, a algunos les chocaba, a otros no, pero obviamente fomentaba la idea de que era posible hacer rock en nuestro idioma y eso sirvió de incentivo a los jóvenes de la época”, ilustró Almont.
Fruto de ese interés por el rock local, desde 1983 se realizaron las Olimpiadas Rock. Cuando Toque Profundo llega a la escena “ya habían muchas ideas que se habían desarrollado de forma positiva y Empiphis, Los Desafortunados y otros grupos participaron anterior a nosotros en las Olimpiadas”.
Una de las reglas de las Olimpiadas es que las canciones debían ser originales propiciaba el hecho de que los grupos empezara a tener sus carreras, sus canciones.
“Algunos, al principio las interpretaban en inglés, pero muchos de ellas también tenían sus cosas en español. Y la gente se fue acomodando a la idea de que existían bandas que tenían sus canciones en español, y las Olimpiadas daban esa posibilidad de grabar”.
La chispa de Toque Profundo en las Olimpiadas se prende con Máximo Gómez y Lorenzo Zayas Bazán, quienes eran mejores amigos de esa época y los dos tocaban uno teclado y el otro batería, respectivamente, y en ese momento habían coqueteado con la idea de hacer una banda.
Otro actor imprescindible en esta historia es Leo Susana (nacido en Brooklyn, Nueva York), quien es primo hermano de Máximo, tenía ya un tiempo residiendo en Santo Domingo y él había tenido una banda musical en los Estados Unidos que se llamaba Broom Hellda.
“Leo es la primera persona que yo conozco y comparto que aparte de que tocaba un instrumento yo podía compartir con ellos porque yo era fan de muchos grupos de aquí, pero yo no los conocía de manera personal”, explicó Almont.
En esa relación es que nacen canciones como “El Jevito” y “Mi País”, las cuales “yo las escribo junto con Leo antes de formar la agrupación Toque Profundo”.
Entonces cuando Máximo y Lorenzo coquetean con la idea de participar en las Olimpiadas, Máximo le dice: -pero yo tengo un primo mío que toca la guitarra, vamos a llamarlo a preguntarle si le interesa”.
En esos días Leo llama a Tony Almont y le propone: – “Me hace el cuento y me pregunta que si me gustaría cantar las canciones que hemos compuesto juntos, pero cantarlas con una banda, cuando él me lo propone como ya yo había asistido hace unos años a las Olimpiadas, los primeros 4 o 5 años yo fui, yo dije que sí”.
Al juntarse para el proyecto todos se cayeron bien. “No teníamos bajista, pero al final un amigo en común que Leo conoció en una fiesta que se llama Osvaldo Peña Prieto fue la persona que encajó y formamos el quinteto y en esas dos semanas montamos 4 canciones, hicimos una versión de una quinta, que había que hacer una versión de un clásico. El clásico que utilizamos fue Another Brick in the Wall, de Pink Floyd, le hicimos una versión loquísima y ahí arrancamos y parece que desde que lo hicimos algo funcionó”.
Fruto de esa hazaña de ganar las Olimpiadas Rock 1989 y de sonar sus primeros temas en la radio también llegaron al programa más popular de la televisión dominicana de finales de los años 80 y principio de los 90: “Nuestra primera presentación en televisión fue en Sábado de Corporán”, que era un toque de queda en la pantalla local.
“Desde el principio, te gustara o no, la banda llamó la atención, era disruptora totalmente”, expresó Almont en su visita a LISTÍN DIARIO.
En el país se empezó a crear una cultura de que las bandas de rock hicieran el esfuerzo y grabaran, llevaran sus discos a las emisoras, que la gente y los directores de estaciones entendieran que la calidad era suficiente para ponerlas en la programación junto a cantantes de fama mundial.
“Esas cosas nos ayudaron a nosotros y a muchos de nuestra generación que participaron en las Olimpiadas a tener una entrada, por lo menos calificada, para que la gente pudiera decir: -bueno, son de aquí, pero no importa, suenan bien, te puede gustar o no, pero suenan bien y eso es una gran cosa”, refirió Almont.
En 1992 se convirtieron en el primer grupo dominicano de rock que lanzó un álbum en formato CD: “Sueños y pesadillas del tercer mundo tuvo”, que incluye los temas “Amigo”, “Mi País”, “El bolero del biónico” y “El jevito” y que los llevaron a ganar el premio Casandra al “Mejor Grupo de Rock” de 1991.
“La industria hacía eso, grabar discos, pero si no iba a parecer un mago o alguien, una casa disquera que te firmara y te haga eso, pensamos pues vamos a hacerlo nosotros… Ya teníamos las canciones, podemos hacer un disco. Ahí cambió nuestra mentalidad de lo que era posible. Nos pusimos para eso y hacer todo lo que había que hacer para poder tener un CD. Y más que el CD era algo novedoso en esa época”, contó Almont.
En 1993 Toque Profundo cruzó el Atlántico al llevar su música al Festival de Benidorm en España, donde resalta el éxito ” Viajero”, una de las canciones clásicas del rock dominicano y que aparece también en la película española Bitter Sugar (1996), del cineasta cubano León Ichaso.
“A Benidorm llegamos a través de Bartolomé Blaya, que era uno de los miembros del grupo los Inhumanos, pianista, que se quedó en Santo Domingo, se enamoró de una muchacha, hizo un estudio de grabación…”, recordó Tomás Álvarez.
Ya en España se dieron cuenta de que las cosas no eran como pensaban con relación a ese tipo de competencias.
Después, en 1996 vendría su segundo álbum, “Moneda”, relanzado en el 2000. Sin embargo, en 1999, lanzaron su tercer y más exitoso disco, “Cría cuervos”, en el que figuran los cortes “Libérame” (ya conocida desde 1997), la infaltable “Noche sin luna”, “Botas negras”, la versión acústica de “Dios salve al viajero” y la primera aparición en CD de su clásico en vivo “Dando A’co”.
El 18 de mayo de 2002 lanzan Magia en el Auditorio de Bellas Artes, aunque a partir de ahí y unos dos o tres años más vivieron un período menos activo por la misma situación socioeconómica del país y otras circunstancias como el impulso de proyectos paralelos de sus miembros.
En diciembre del 2009 la banda celebró su 20 aniversario en un concierto de gala en Hard Rock Café Santo Domingo, que se llenó completo.
El 4 de marzo de 2013, la agrupación estrenó una nueva canción: “Rock Radio” y el 14 de mayo de 2014 lanzaron el álbum “Vivo” en formato digital, recopilando los sencillos lanzados entre los años 2013 y 2014.
Casi todas sus producciones se han grabado “por pedazos, de dos, de a tres, de a cuatro, hasta completarlas.
“Ahora, hace pocos años, hemos vuelto a lo básico, hemos vuelto como al origen, que es lanzar sencillos”, afirmó Tomás Álvarez.
En los escenarios también han tenido momentos memorables. En 1992 participaron de “Rock sobre las piedras”, en el anfiteatro de Altos de Chavón, organizado por el empresario Luis Medrano y donde también estuvieron los grupos New Page, Coral Negro, IO y Qüo Vadis.
En septiembre de 1996, volvieron a Chavón, esta vez como parte del “Rock, Reggae, Merenhouse sobre las Piedras”, junto a 30 agrupaciones de dichos géneros. Su participación resultó controversial porque se aparecieron en el escenario vestidos en pañales. Ahora se ríen de eso, insistiendo en que se trató de un simple show al que ellos estaban acostumbrados realizar.
Hoy día atribuyen la confusión generada a un artículo periodístico que ofreció una óptica distorsionada que, según ellos, no se correspondía con lo que había pasado en realidad en Altos de Chavón.
“La idea de los pampers vino porque era un evento con muchos grupos de seis horas de música y nos inventamos eso porque siempre nos ponían a cerrar y había que motivar al público que ya estaba cansado”, relató el cantante.
Los muchachos planificaron que se anunciara “que nosotros no pudimos llegar porque tuvimos un accidente, pero no importaba porque habíamos mandado a nuestros hijos, y fue así que salimos con biberones, y en pampers, y eso se fue abajo, la gente riéndose y gozándose el momento”.
EL DESAFÍO DE MANTENERSE
“Mantenernos” es la palabra con la que Tony describe lo más difícil de estos 35 años. Luego explicó: “Yo estaba viendo al otro día unas declaraciones de Madonna que decía eso, que lo más revolucionario que ella ha hecho es mantenerse”.
Sobre el tema insistió: “Independientemente de si el trabajo que está haciendo ahora es bueno o comparable con lo anterior, o no tenga la misma incidencia, pero la idea es mantenerte relevante con tu trabajo”.
De acuerdo a su visión “somos el único grupo de la historia del rock que vive de esto. No hay más. Tanto que es difícil convencer a la gente qué es lo que es un grupo de rock. Hay que explicarlo porque la gente cree que un solista que haya estado en un grupo de rock y siga llamándose como el grupo de rock se piensa que es un grupo, y no es así”.
NUEVO RETO
“Toque Sinfónico”, en agosto del 2024 en las instalaciones de Hard Rock Live de Santo Domingo, contará con más de 25 músicos en escena y un cancionero que se ha convertido en “la banda sonora” de la vida de varias generaciones.
La banda de rock tendrá el acompañamiento de la Orquesta Filarmónica del Caribe, y más de 25 músicos en escena sumados a Toque Profundo prometen plasmar su historia musical con arreglos completamente diferentes de sus canciones más populares.
Este evento llega justo en la celebración de sus 35 años en la escena musical, siendo el grupo de rock más consistente y venerado de la escena musical de República Dominicana, lo que es respaldado por la admiración y respeto de su público que abarrota cada una de sus presentaciones.
Lo celebrarán en grande será con el concierto “Toque sinfónico”, un espectáculo en donde se mezclarán a la perfección dos mundos musicales distintos: rock y música clásica.
La banda, conformada por Tony Almont en la voz y segunda guitarra, Joel Lazala en la batería, Tomás Álvarez en el bajo, y en la guitarra Ariel Sánchez, ofrecerán una fiesta musical bajo la dirección de José Luis Ureña, con más de 30 canciones para el repertorio para la noche.
La producción a cargo de Toque Profundo, Sol López Rosendo y Carolina Villeta, quienes prometen un concierto cargado de sorpresas, invitados de lujo, y momentos memorables.