Un inicio más que promisorio. La selección dominicana de fútbol sub-23 no consiguió los tres puntos, pero su histórico debut ha sido más que impactante, incluso para el mundo, contra el centenario onceno egipcio el miércoles en las Olimpíadas de París.
La enseña tricolor consiguió un empate (0-0) con sabor a estafa en su primer cotejo en unas Olimpíadas, contra el gran peso histórico de Egipto, que se vio ahogado y sorprendido por un rival que lo tuvo en sus manos en el primer tiempo.
Transcurridos los doce minutos, el escabullido Peter Federico quitó al defensa central, Hossam Abdemaguid, un balón al borde del área que mandó a red con un zurdazo inatajable para Hamza Alaa y que el VAR (vídeo de consulta) decretó como nulo.
La central japonesa, Yoshimi Yamashita, de pésimo desempeño arbitral todo el cotejo, consultó la jugada terminada “en gol” del hispano-dominicano, con las cámaras mostrando una maniobra completamente legítima y limpia contra el defensor.
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El nivel mostrado por República Dominicanos contra su homóloga, sobresaliendo el gran temple en posesiones y desenfado en ataque, la confirma como aspirante real a uno de los dos cupos que otorga cada grupo.
Auspicioso debut
La tropa de Quisqueya consigue así un punto dorado, contra la selección faraónica, cuya primera participación sucedió en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 (Bélgica).
La Selección logra un empate en su primer partido olímpico en la historia, con gran actuación de Peter, acompañado de un cuadro nacional que supo colocarse a la altura de las circunstancias, aunque deberá corregir algunos baches en la zaga.
Peter se mantuvo con su juego alegre y desequilibrante, haciendo buenas combinaciones en ataque con Rafa Núñez, Oscar Ureña y el centro-delantero Nowend Lorenzo, además del creativo mediovolante Edison Azcona, quien tuvo trece minutos como revulsivo.
La igualdad deja a los tricolores como segundos de grupo, junto con los egipcios. España, que había ganado contra un porfiado Uzbequistán (2-1), lidera con tres puntos.
República Dominicana dominó 53 por ciento el balón y tuvo tres opciones de gol. Su candidatura a avanzar de ronda pasaría irreversiblemente por victoria contra los uzbecos (martes 27), salvo una catástrofe española, su rival de turno en segunda fecha (sábado).