El Departamento de Estado de Estados Unidos informó que los vuelos chárter que trasladan a sus ciudadanos fuera de Haití no se esperan que continúen después del 12 de abril, reseñó el diario Miami Herald.
Los ciudadanos estadounidenses sólo tendrían unos cinco días desde este lunes para salir de Puerto Príncipe, mientras que permanecen cancelados todos los vuelos internacionales desde Puerto Príncipe a Estados Unidos, de acuerdo al reporte que hicieron los periodistas Jacqueline Charles y Michael Wilner para el medio Miami Herald.
El pasado viernes cinco de abril, a través de una llamada telefónica, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony J. Blinken, habló con el presidente Luis Abinader de República Dominicana y “analizaron las acciones coordinadas que se encuentran en curso relacionadas con la situación en Haití”.
El Secretario agradeció al presidente Abinader por el apoyo para que las familias estadounidenses puedan regresar a Estados Unidos.
Al menos 340 ciudadanos norteamericanos han sido evacuados de Haití en los últimos días por el gobierno de Estados Unidos, en vuelos de helicópteros desde Puerto Príncipe a República Dominicana, por el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), huyendo en medio de la situación de violencia que sacude a esa nación.
Los vuelos con los estadounidenses varados en la capital haitiana iniciaron sus operaciones el pasado 17 de marzo, cuando fue trasladado un grupo de 36 ciudadanos en dos vuelos que aterrizaron por la terminal de Las Américas.
La llamada del secretario de Estado se produjo a los 15 días de que Amnistía Internacional instó al Gobierno dominicano a poner fin a las deportaciones de haitianos, al entender que las expulsiones colectivas “son una clara violación de las obligaciones internacionales de la República Dominicana, ponen en riesgo la vida y los derechos de estas personas. Los retornos forzados a Haití deben cesar”.
Asimismo, la organización llamaba a las autoridades a garantizar que las personas haitianas tienen acceso a procedimientos de asilo, sin discriminación, y a reanudar las vías legales de entrada y permanencia de personas trabajadoras, estudiantes, familiares, solicitantes de asilo y migrantes que buscan una residencia legal en el país.
Haití está afectado por una crisis sociopolítica y por la violencia que generan las pandillas, mientras que el nombramiento del consejo presidencial de transición que debe liderar hasta sus primeras elecciones desde 2016 sufre un retraso por detalles jurídicos.
En momentos en que los partidos negocian, las pandillas que controlan la mayor parte de Puerto Príncipe imponen el terror.
El centro de Puerto Príncipe ha quedado abandonado a manos de las bandas y ni siquiera la Policía acude ya a la zona.
Varios de esos grupos armados se aliaron a finales de febrero para atacar comisarías, cárceles y sedes del gobierno, en un pulso contra la dimisión de Ariel Henry. Su violencia obligó a más de 53,000 personas a huir de la capital entre el 8 y el 27 de marzo, agravando aún más la aguda crisis humanitaria en el país. Cerca de cinco millones de personas, casi la mitad de la población, están en situación de “inseguridad alimentaria aguda”, según expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con el aeropuerto y el puerto paralizados por el acoso de las pandillas, los haitianos deben lidiar con una escasez de comida, medicamentos y otros productos básicos.
La Agencia Efe reseñó el 5 de abirl que el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, dijo que los haitianos que lleguen por mar a suelo estadounidense serán devueltos, y que el Gobierno de Biden no contempla por ahora una ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para estos nacionales en el país.
En una entrevista que publicará completa este martes el grupo McClatchy, dueño del Miami Herald, Mayorkas subrayó que los haitianos que buscan huir de la violencia de las pandillas que azotan a la nación caribeña deben evitar viajar por mar a Estados Unidos.
El secretario Mayorkas subrayó que el Ejecutivo de Joe Biden no está considerando una «renovación o expansión» del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Haití.
Este alivio protege a los migrantes de la deportación y les otorga permiso de trabajo mientras superan crisis políticas o desastres naturales en sus países de origen.