La ocupación de aceras es un problema que afecta a varios entornos de la cuidad, pero una mayoría de los sectores empobrecidos, como Cristo Rey, Villa Juana y Villas Agrícolas, son los que más cargan con esta irregularidad.
El caso es que el espacio de las aceras es el punto preferido para la reparación de vehículos o venta de repuestos, obligando a los transeúntes a hacer uso de las calles, siempre a riesgo de sus vidas.
Con 8 meses de embarazo, la joven Arlenis Martínez vive preocupada a sufrir un accidente, al exponerse a caminar por las calles, todo porque los negocios ocupan las aceras.
“Es muy preocupante esta situación porque ellos se toman parte de las aceras para colocar sus mercancías y tener más vistas; no solo los dealers y (dueños de) talleres, también las tiendas”, dijo Martínez.
Así, de amplios, son los negocios de reparación, repuestos y venta de otro tipo de artículos colocados sobre las aceras en sectores como Cristo Rey, específicamente en tramos de la avenida Nicolás de Ovando.
“Esto es un sálvese quien pueda. El peatón tiene que tirarse a las calles bajo el riesgo de que un carro se lo lleve por delante o lo choque un motorista”, afirmó José López, quien se dedica a la labor de motoconcho en la Nicolás de Ovando con 41, donde una de las vías está bajo situación de “caos”.
Tienen que “buicársela”
Los dueños de estos negocios alegan que “tienen que buscársela como puedan”, por lo que infringen esas disposiciones legales.
‘’El gobierno tiene suficiente empleo para el pueblo entero. ¿Lo puede complacer? Negativo, entonces la gente tiene que buscársela en la calle como quiera”, afirmó un ciudadano que prefirió no ser identificado.
De su lado, la Dirección General de Seguridad y Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) ha informado, sin establecer fecha, que próximamente iniciará operativos para retirar de calles y aceras los vehículos que obstruyen la circulación.
La ley 241 sobre Tránsito Terrestre establece, en su artículo 1, que la acera es la parte de la vía pública limitada por la línea del contén y la línea de las propiedades adyacentes, destinadas exclusivamente para el uso de las peatones.
Mientras, la ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial dice, en su artículo 219, que “toda persona que se sitúe en la calzada o zona de rodaje de una vía pública será sancionada con el pago de una multa equivalente a un (1) salario mínimo que impere en el sector público centralizado”. Esto cuando se cometan acciones con multas como vender u ofrecer para la venta productos, objetos o artículos de cualquier clase dice el acápite número 5 de este artículo”.
Tomarán medidas
El encargado de la Dirección de Defensoría y Uso de Espacios Públicos del Ayuntamiento del Distrito Nacional, José Aníbal Sanz, aseguró que “bajo ninguna circunstancia” el cabildo permitirá el uso indebido de las aceras y calles de la ciudad, si esto afecta el derecho de los peatones e incidente en la fluidez del tránsito.
Consultado por Listín Diario y como respuesta a un reportaje sobre algunos dealers y talleres que ubican vehículos y mercancías en las aceras y las vías públicas en distintos sectores de la capital, el funcionario municipal manifestó que la recuperación de estos espacios públicos ocupados se realiza en colaboración estrecha con la DIGESETT, con quienes se coordina la remoción constante de vehículos con grúas, conforme a las obligaciones establecidas en el artículo 242 de la Ley 63-17.
Las aceras son superficies pavimentadas que se construyen con el propósito de facilitar la movilidad de los peatones en las zonas urbanizadas. En República Dominicana, sin embargo, esta función ha sido limitada y hasta anulada en algunos lugares, debido a los usos inadecuados que se les da a estos espacios.
Son utilizadas como parqueos improvisados, basureros, zona de carga y descarga, depósitos de construcciones, talleres, paradas del transporte público, comedores ambulantes, escaparates de tiendas, y puntos de venta de una legión de vendedores informales.