Cuando María salió a ejercitarse como cada mañana al área de caminantes del Parque Mirador Norte nunca pensó que sería víctima de lo que tantas veces entonó el salsero Héctor Lavoe en esa canción compuesta por el puertorriqueño Catalino “Tite” Curet Alonso: “La calle es una selva de cemento y de fieras salvajes”.
El pasado lunes María Martínez Manzueta, de 66 años, falleció tras ser atropellada por el conductor de una motocicleta que se metió en vía contraria para evitar el taponamiento que se forma cada mañana, en la intersección de las avenidas Hermanas Mirabal y Ecológica Profesor Juan Bosch, en el sector Villa Mella del municipio Santo Domingo Norte.
La dama fue asistida por una unidad del sistema de emergencias 911 y trasladada a un centro médico dónde luego murió, pero pese a la tragedia, esa misma mañana y en los días siguientes nada cambió, ya que quienes transitan por la concurrida vía siguen violando hasta las normas más elementales de tránsito, especialmente motociclistas.
El “accidente” ocurrió justo frente a la puerta número uno del Parque Mirador Norte, por donde se accede al área de caminantes que congrega desde tempranas horas de la mañana a decenas de personas para ejercitarse, incluso de la tercera edad que lo hacen por razones de salud.
Era el caso de Martínez Manzueta, a quien los médicos le habían recomendado caminar porque era diabética.
Su hijo Junior Peña Martínez dijo que ese día dejó a su madre organizando algo en la casa cuando salió a trabajar.
Ella salía regularme a las 6:00 de la mañana a caminar en el parque con otras personas residentes en el sector El Torito de Villa Mella, pero al parecer ese día se retrasó y acudió sola.
“Yo quisiera que pongan cartas en el asunto para que hechos así no vuelvan a ocurrir, aunque con los motoristas nadie puede”, expresó con pesar Peña Martínez, quien nunca pensó que la familia perdería a su progenitora de esa manera. Martínez Manzueta era madre de seis hijos.