El ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, participará los días 2 y 3 de junio en la conferencia “Estocolmo+50: un planeta sano para la prosperidad de todos; nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”, en representación del gobierno del presidente Luis Abinader.
Estocolmo+50 es un cónclave internacional que conmemora el 50 aniversario de la Conferencia de Estocolmo de 1972, cuyo objetivo es acelerar la implementación de la Agenda 2030 y lograr una recuperación sostenible tras la pandemia de COVID-19.
Ante su participación, Jorge Mera manifestó que: “Espero que el mundo haga conciencia de la situación actual en la que estamos saliendo de la pandemia, enfrentando una guerra de Rusia en Ucrania que impacta en toda la humanidad, y al mismo tiempo combatiendo el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la lucha contra la contaminación y los desechos”.
El ministro argumentó que es un alto honor representar al gobierno del presidente Luis Abinader en esta conferencia en Estocolmo, bajo el lema “Una sola Tierra”, afirmando que ese lema es el mismo del Día Mundial del Medio Ambiente, “nos recuerda las raíces del trabajo para proteger nuestro medio ambiente e inyecta impulso para un mundo más verde y más sostenible. El momento de actuar es ahora”.
La realización de este cónclave fue decidida durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 75/280 del 24 de mayo de 2021, en el marco de la conmemoración del 50 aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano.
Jorge Mera regresa al país el sábado 4 de junio para unirse, al día siguiente, a las actividades con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente que tendrá lugar en el municipio Constanza, provincia La Vega.
En otro señalamiento, la Conferencia alertó sobre el aumento de los retos ambientales y la creciente desigualdad afectan al desarrollo y al bienestar, y la comunidad mundial se reúne para reflexionar sobre la urgente necesidad de actuar para abordar estas interconexiones, la inestabilidad climática, la pérdida de biodiversidad, la contaminación química, los desechos plásticos, el exceso de nitrógeno, la resistencia antimicrobiana y el aumento de la toxicidad por la reducción y alteración de los servicios ecosistémicos.