AFP
París, Francia
El movimiento de contestación en Irán prosiguió ayer lunes, con sentadas de estudiantes y huelgas en fábricas en varias regiones del país, pese a la represión sangrienta de las manifestaciones desatadas por la muerte de la joven Mahsa Amini hace casi cuatro semanas.
Irán se ha visto sacudido por protestas desde el fallecimiento el 16 de septiembre de Amini, de 22 años, tres días después de su detención por la policía moral en Teherán por, supuestamente, no respetar el estricto código de vestimenta que incluye el uso obligatorio de velo para las mujeres.
La oenegé Iran Human Rights (IHR) con sede en Oslo ya ha contabilizado 95 muertos durante la represión de las manifestaciones.
El último balance oficial de las autoridades habla además de 18 miembros de las fuerzas de seguridad muertos.
Según imágenes difundidas ayer por IHR, se celebraron sentadas estudiantiles en la Universidad de Gilan y la Escuela de Chicas de Mahabad, ambas en el norte del país, en la última de las cuales las estudiantes se quitaron el velo en señal de protesta. En Teherán, una multitud se congregó ayer lunes ante la Universidad Politécnica para denuncia la “pobreza y la corrupción” en Irán, mientras gritaban “muerte a la dictadura”.
El domingo, estudiantes de la universidad de Azad, también en la capital, mostraban sus manos teñidas de rojo para denunciar la represión local.