Invitado Democratico Nacionales

PELEGRIN CASTILLO: “EL FORTALECIMIENTO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS TIENE QUE IR DIRIGIDO A LA ENTIDAD DE LA FAMILIA”

Pelegrín Castillo, destacado jurista nacional y ex funcionario de gobierno, en entrevista de este lunes para el programa DemocraciaTV, señaló que el fortalecimiento de las políticas públicas tiene que ir dirigido a la entidad de la familia.

En República Dominicana el mayor enfoque cuando se trata de familia debe ser hacia la figura materna, ya que se trata del foco central de la unidad familiar.

Aunque existen varios ejemplos entorno a la familia nuclear, que son padre, madre e hijos, no menos cierto es que los beneficios de la familia extendida, que en muchas ocasiones refiere e incluye hasta a los compadres, se traduce en una motivación y fortalecimiento de la personalidad, los valores y el carácter de cada individuo.

De ahí que Pelegrín Castillo considere como un activo principal la cultivación de la familia, y el impulso y desarrollo de las estructuras familiares en todas las sociedades a través de sus políticas sociales.

Castilló agregó que los tiempos actuales conllevan que necesariamente se piense en las próximas generaciones, tal y como haría un estadista proyectando hacia el futuro.

Considera más que necesario un plan de unidad nacional que dirija a todos los sectores hacia consenso en pro de lograr mejoras relacionadas a la seguridad alimentaria, seguridad energética, seguridad nacional y cibernética.

Esto no solo involucra al gobierno, sino también a la oposición, ya que se trata de puntos que requieren concentración de todo ciudadano, independientemente a partidos, clases u organismos.

No se necesita abrir una campaña política de confrontación, lo que se necesita es una campaña política de unificación, expresó Castillo.

Sobre la figura del Presidente Abinader

Pelegrín Castillo refiere que en la figura del Presidente Luis Abinader reconoce una persona sana, enfocada y dedicada, a la que le ha tocado ejercer la gobernación de un país en tiempos de dificultad y bajo muchas adversidades.

La crisis mundial que enfrenta Luis Abinader, aunque inició en el gobierno pasado, hoy día se torna más densa y con mayores retos para enfrentar.

Nos abocamos hacia una guerra mundial, señala Castillo, y en estos momentos todos los actores políticos deben tomar conciencia de ello.

Hay que insistir en que tenemos un gran reto, y no puede ser solo uno que lo enfrente, ya no se trata de los tiempos antiguos donde el presidente podía hacer frente y asumir todas las necesidades bajo su gobierno, no, hoy día es necesario el trabajo conjunto de todos si lo que se busca es mantener la nación a flote en tiempos de crisis como los que vivimos.

Crisis actuales y proyecciones en base historica

Castillo analizó en sus argumentos quecuando existen guerras mundiales que afectan países como el nuestro, hasta cierto punto solo estratégicos, lo ideal políticamente hablando es determinar los planes que las potencias podrían tener para nuestras regiones.

Basta una mirada a la historia, y recordar invasiones como las del 1963 al 1965, que lo que buscaba era afianzar la posición mundial de potencia de los EEUU, pues se trataba de un imperio tambaleante ante la amenaza cubana.

Fuimos en aquel entonces la confirmación de que el poderío estadounidense seguía firme, y eso solo por poner un ejemplo.

El punto referente es que las crisis mundiales, las guerras, pero sobretodo los estragos de la guerra nos afectan directa o indirectamente, y como nación, nos toca crear planes de contención y mitigación del efecto.

La política nacional debe dirigirse a soluciones y planes, proyecciones y respuestas, ya los ataques políticos internos deben ser cosa del pasado.

“La experiencia nos dice que tenemos que prepararnos como nación”, expresa Pelegrín Castillo al referir que aunque el Presidente, como primer mandatario nacional, tiene mayor peso en esa preparación y contención nacional, no menos cierto es que las figuras de oposición también juegan su papel preponderante.

Hay que ser responsables y dejar de jugar a la política barata, la unidad es lo fundamental para pasar las pruebas; la mala política tradicional ya en este tiempo no funciona.

Si el país entra en un periodo de turbulencia o desorganización significaría un peligro de confrontación, un riesgo muy grande, y para asegurarse de ellos basta una mirada a la historia, donde momentos similares solo han desembocado en sangre, guerra, intervenciones e inconsistencia social y política.

Señala Pelegrin que el comunismo fue un virus ideológico producto de un choque entre grandes potencias, que afectó grandemente a pequeñas naciones.

El despunte de esta ideología política, fue sin duda el desencadenante de que Cuba fuera el puntal de la estrategia soviética en América Latina.

Aunque Fidel fue un dictador político, también fue un estratega, y generó un plan de supervivencia alterna, que funcionó porque EEUU dejó de considerarlo una amenaza.

Los estadounidenses determinaron que era mejor una Cuba bajo régimen y no un intento de regreso a la democracia, pero todo esto a costo del sacrificio del pueblo, pues hoy vemos que en el transcurrir de los años Cuba ha quedado sumergida en su mar de decisiones políticas.

De lo anterior es que países como el nuestro debe cuidarse, y el gobierno y la oposición deben abrir los ojos y trabajar para que no se generen situaciones que a futuro pudieran llevar al pueblo a un atraso social de magnitudes incalculables.

Sobre las Reformas y la Delincuencia

Sobre el tema de la Reforma Policial y el agudizamiento de la delincuencia, Pelegrin Castillo refiere que hay muchos problemas y una serie de factores estructurales que no permiten la baja en los niveles de violencia.

Señala que dentro de esos factores puede ser añadida la pandemia, la cual aúna la imposibilidad de interacción social sana durante un periodo de tiempo considerable, conllevando a la apatía social y por ende a la violencia como efecto secundario altamente manifiesto.

En gran medida, la alta incidencia de la violencia viene por la descomposición familiar y por la alta concentración de factores tecnológicos que no ayudan a la formación de las nuevas generaciones.

La sociedad va a cambiar cuando se valore a la gente por lo que es y no por lo que tiene.

Hay que empezar a ejecutar el servicio social de desarrollo previsto constitucionalmente, con el cual se pretende lograr que más de un millón de jóvenes se integre a la producción y promoción de acciones sociales que masificadas bien pueden cambiar el rumbo de la sociedad.

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