El Parlamento de Kenia aprobó hoy el despliegue de mil agentes de su policía en Haití como parte de una misión multinacional de las Naciones Unidas, pese a la polémica que ha generado esta iniciativa y el bloqueo temporal que ordenó en octubre un tribunal keniano.
“Esta Cámara ha aprobado el despliegue de los agentes del Servicio Nacional de Policía a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití”, anunció la vicepresidenta de la Asamblea Nacional keniana (Cámara Baja del Parlamento), Gladys Shollei.
Así, Shollei indicó que los diputados de la Asamblea Nacional no han recibido la petición judicial del Tribunal Superior de Nairobi, que el mes pasado ordenó el bloqueo temporal del despliegue de la Policía keniana en Haití, en respuesta de la demanda del abogado y político opositor, Ekuru Aukot.
Los demandantes sostienen, entre otros argumentos, que la Constitución de Kenia limita el despliegue de policías para operaciones dentro del territorio nacional.
Pese a esa batalla legal, el Gobierno keniano dio luz verde el pasado 13 de octubre al despliegue de la Policía en el país caribeño para luchar contra la inseguridad, si bien el ministro de Interior, Kithure Kindiki, indicó entonces que el Parlamento tendría la última palabra sobre ese movimiento.
Además, el titular de Interior aseguró que Kenia debe recibir primero los 36.570 millones de chelines (unos 225 millones de euros) que estima que costará el despliegue.
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“Nuestros parlamentarios están desobedeciendo una orden judicial. (…) Nuestro Parlamento ha vendido su alma a los Estados Unidos, que quiere limpiar el desastre que ha causado en Haití”, lamentó Aukot este jueves, según declaraciones recogidas por los medios locales.
La iniciativa también ha contado con la negativa de varios diputados de la oposición, pero la coalición gobernante, Kenya Kwanza (“Kenia Primero”, en suajili), del presidente William Ruto, tiene la mayoría en la Asamblea Nacional.
Kenia se ha ofrecido a liderar una misión multinacional en Haití, aprobada el pasado 2 de octubre por el Consejo de Seguridad de la ONU, que el propio Gobierno haitiano pidió hace un año y que siempre contó con el respaldo del secretario general de la ONU, António Guterres.
También varios países caribeños han mostrado su disposición para participar con un número indeterminado de agentes en la misión, incluyendo Jamaica, Barbados y Bahamas.
La ONU ha señalado que la misión no se asemejaría a una fuerza de paz o de interposición, como suele ser habitual, sino que sería una mera fuerza de apoyo policial a las órdenes de la Policía haitiana.
Haití está inmerso en una profunda crisis marcada por la violencia extrema, con grupos armados que controlan la capital, Puerto Príncipe, y otras partes de su territorio, y son responsables de centenares de asesinatos, violaciones, secuestros y otros crímenes.