El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, le mostró el jueves al jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, “abominables fotos de bebés asesinados y quemados por los monstruos de Hamás” el sábado, indicó la oficina del jefe de gobierno.
En una de las fotos, publicadas por el gobierno en la red social X (antes Twitter), se ve el cuerpo de un niño ensangrentado en una bolsa mortuoria y en otras imágenes se ve restos carbonizados de otro bebé.
Esas imágenes “superan prácticamente todo lo que un ser humano puede entender y asimilar”, dijo el secretario de Estado estadounidense.
“El mundo está viendo nuevas pruebas de la perversidad y la inhumanidad de Hamás (…), dirigidas contra bebés, niños, jóvenes adultos, ancianos, personas discapacitadas”, agregó.
Una polémica se desató en Israel estos últimos días sobre la existencia de pruebas sobre atrocidades cometidas por los milicianos del movimiento islamista palestino Hamás en un kibutz (exgranja colectivista), después de que un canal de televisión diera parte, citando a un militar, de “bebés decapitados”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, había mencionado los “bebés asesinados” y las “familias enteras masacradas”.
“Hay momentos en la vida (…) en los que el mal puro golpea al mundo. El pueblo de Israel acaba de experimentar uno de esos momentos, a manos de la sanguinaria organización terrorista Hamás, un grupo cuyo objetivo declarado es matar judíos”, dijo desde la Casa Blanca.
Un portavoz de la Casa Blanca matizó después que las autoridades estadounidenses no habían confirmado la veracidad de las imágenes de manera independiente y que el presidente había basado sus comentarios en afirmaciones del portavoz de Netanyahu.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, declaró a la prensa que Washington se tomaba “muy, muy en serio la necesidad de basarse en los hechos y ser lo más ciertamente veraz posible”.
Hamás rechazó el jueves las acusaciones de que sus combatientes mataron a niños durante su asalto.
Hamás lanzó el sábado una ofensiva general contra Israel, que replicó bombardeando Gaza.
Según los balances de ambos bandos, la guerra se ha cobrado la vida de más de 1.400 palestinos en Gaza y de más de 1.200 personas abatidas por los milicianos de Hamás en suelo israelí.
El ejército afirmó además haber hallado unos 1.500 cadáveres de combatientes de Hamás que se habían infiltrado en el país.