Las historias son espeluznantes. La masacre de más de 180 personas en la capital de Haití, la mayoría ancianos, ha conmocionado a la comunidad internacional.
Los sobrevivientes cuentan cómo fueron los actos de violencia ordenados por un líder pandillero el pasado fin de semana en Wharf Jérémie, en la zona de Cité Soleil del área metropolitana de Puerto Príncipe. Hablan de carnicería y crueldad absoluta.
Precisamente, este barrio Cité Soleil, donde se encuentra el puerto de Puerto Príncipe y cerca del Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture, es considerado uno de los barrios más peligrosos y pobre de Haití. Fue en ese barrio donde en julio pasado, las peligrosas bandas encabezadas por Jimmy Chérisier (Barbecue), Mathias y Gabriel Jean-Pierre (“Ti Gabriel”) firmaron un “tratado de paz”.
Se recuerda que, en septiembre pasado, en ese mismo barrio de Cité Soleil una disputa por un penalti impugnado en un juego local de fútbol fue el detonante para que se desatara una guerra entre dos bandas con varias víctimas, pero en la actual masacre el pretexto fue otro, pues se maneja la hipótesis de venganza por parte del líder pandillero Mikanor Altes, alias “Wa Mikano”, también llamado Monel Felix, responsable de la matanza.Te puede interesar
Se dijo a los ancianos que les distribuirían regalos
Una investigación publicada por el diario haitiano Ameriqueinfo7 señala que las víctimas habrían quedado atrapadas en un complot orquestado por el líder criminal, que había utilizado el pretexto de la distribución de regalos a los ancianos para las fiestas de fin de año.
- “Mi padre, de 76 años, adventista del séptimo día, se acostó temprano el viernes por la noche. Tres hombres vinieron a recogerlo alrededor de las 10 de la noche. Apuñalaron a mi padre. Su cuerpo fue quemado”, dijo a Le Nouvelliste el hijo de una de las 184 víctimas.
Los testimonios de la comunidad sugieren que el número real de muertes es mucho mayor, ya que los cuerpos mutilados fueron quemados en las calles y varios jóvenes, entre ellos mototaxistas, también murieron mientras intentaban salvar a los residentes, según Pierre Espérance, defensor de los Derechos Humanos.
Los acusó de hacer brujería
La pandilla cometió la matanza de los 184 ancianos entre el jueves y el sábado pasado, después de que su líder, Mikanor Altes, alias “Wa Mikano (“rey Mikano”), les culpara de haber hecho brujería para que su hijo cayera gravemente enfermo.
Según informó previamente la organización de derechos humanos CDP-Haití, gran parte de las víctimas, asesinadas con cuchillos y machetes por la banda, eran mayores de 60 años.
En el informe, ‘Wa Mikano’ acudió a un sacerdote de vudú por la enfermedad de su hijo, quien finalmente murió el domingo, y éste le dijo que los ancianos le habían echado el mal de ojo, lo que provocó la matanza.