Música

MUSIQUITO DEJA SU VOZ PLASMADA EN EL MERENGUE QUE COMBINA LO JOCOSO Y LO PÍCARO

Y “¿quién iba a decir que este come yuca de Moca iba a trascender tanto?”, decía a manera de broma Musiquito al repasar una carrera en el merengue, ritmo con el que logró popularidad entre los dominicanos y notoriedad en algunos otros países, distinguiéndose por su forma de interpretar letras jocosas y pícaras a la vez.

Desde niño se sintió atraído por la música y viviendo cerca del parque presidente Ramón (Mon) Cáceres tuvo la suerte de disfrutar de la presentación de la banda de música de su pueblo, que tocaba los jueves y los domingos.

Con siete años iba acompañado de su madre y bailaba tanto que llamaba la atención de la gente, no así de la banda. El director de la banda es quien le sugiere a la madre que lo lleve a la escuela de música y cuenta que al año ya se sabía el libro completo de solfeo.

Con nueve años entró a la banda de música municipal tocando el redoblante y es una presentación, que nace el nombre de Musiquito, ya que se trataba de un niño tocando entre hombres, y la gente gritó “¡Ahí vienen los músicos con un musiquito!”.

Musiquito recordó que en 1958, la banda tocó ante Rafael Trujillo Molina y el dictador sorprendido por su destreza como músico le regaló 100 pesos (mucho dinero para la época), los que fueron repartidos entre toda su familia y a él solo le compraron unos “zapaticos”.

Musiquito solo cursó hasta el octavo grado, pero su madre que era la bibliotecaria del pueblo lo obligó a leer periódicos y libros para que cultivara su intelecto, además de estudiar música.
El músico y cantante fue de los fundadores del grupo Los Juveniles, que formó Luis Ovalles, junto a su amigo el fenecido Víctor Taveras.

“Si yo he tenido cinco amigos, Víctor Taveras fue uno ellos”, dijo repetidas veces.
Musiquito se destacó en la época de los 80 con un merengue jocoso y de calle. Sus arreglos también marcaron esa línea musical entre jocosidad y picardía.

“Cométela ripiá”, “El gago”, “El limpiabotas”, “Yo lo coloco”, “Chocolate”, “Señor va a limpiar”, “El añoñaíto”, “Tulipán”, fueron algunos de sus éxitos.

Con su agrupación viajó a Colombia, Panamá, Venezuela, Puerto Rico y Miami, Nueva York y otros estados.

En Colombia tuvo la oportunidad de tocar en dos ocasiones para el temible capo Pablo Escobar Gaviria, en Medellín. “No me da vergüenza decir que toqué para Pablo Escobar, recuerdo una fiesta en casa de su madre, en Medellín, que me pagaron 10 mil dólares”.

También en Las Vegas, contó Musiquito en una entrevista en Youtube con Silvio Mora, que interpretó un merengue para una actividad de Donald Trump, y le pagaron cinco mil dólares para él y cinco mil para los músicos.

Musiquito murió ayer miércoles esperando que se le reconociera sus más de 50 años de carrera en la música. En el 2018 una comitiva de personalidades mocanas, entre ellos los fenecidos

Adriano Miguel Tejada y Víctor Taveras, junto al comunicador Domingo Bautista llegaron hasta la oficina de la Asociación de Cronistas de Arte, Acroarte, para entregar un documento a su directiva en busca de que se le reconocieran sus 50 años de trayectoria en ese entonces.

Francisco Arturo Avelino García, su nombre real, falleció la madrugada del miércoles, su natal Moca, producto de un infarto fulminante y partió sin ver que se le reconociera en su justa dimensión.

  • Creyente
    En la entrevista con Silvio Mora, Musiquito se definió como un fiel creyente de Dios, que le cantó en dos oportunidades al más temible capo colombiano Pablo Escobar Gaviria y al empresario (después presidente de Estados Unidos) Donald Trump. Además, se proclamó que descubrió a Huchi Lora y a Jaime Chanlate como compositores de merengues.

“Soy un fiel creyente de Dios. No voy a misa, pero todos los días, muy temprano, voy a la iglesia a orar porque tengo una relación muy estrecha con Dios”, confesó el músico a su colega.

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