La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la nueva variante de la Covid-19, NB.1.8.1, que comienza a propagarse en algunas partes del mundo.
Ante esta alerta mundial, el ministro de Salud Pública, Víctor Atallah, indicó que en República Dominicana no se han identificado la circulación de la nueva subvariante de la Covid-19, pero que desde el Ministerio de Salud están en alerta “reforzando la vigilancia epidemiológica y genómica en coordinación con nuestros laboratorios nacionales y centros de investigación aliados”.
“Estamos realizando la secuenciación genómica de forma continua para identificar oportunamente cualquier nueva variante que pudiera ingresar al país”, afirmó el ministro.
El titular de la entidad aseguró que esta subvariante es parte del linaje Ómicron, que aunque tiene mayor transmisibilidad, según la evidencia científica actual, tiene una menor gravedad clínica.
“Esto se debe, en parte, a la memoria inmunológica de la población por infecciones previas y vacunación”, agregó.
Según detalló el galeno en los aeropuertos y puntos de entrada, se mantiene la vigilancia activa de síndromes respiratorios, así como el monitoreo de casos que encuentren que sea sospechoso a través del sistema de alerta temprana.
“Queremos transmitir tranquilidad a la ciudadanía: el sistema de salud dominicano cuenta con la capacidad instalada, personal capacitado, disponibilidad de pruebas diagnósticas y la experiencia necesaria para responder de forma oportuna ante cualquier eventualidad”, alertó Atallah.
El ministro de Salud Pública expresó que seguirán informando a la población del territorio nacional conforme a la evolución a nivel global y regional.
Sobre la nueva variante llamada NB.1.8.1
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nueva variante de COVID-19 no representa por el momento riesgos extraordinarios en la salud más allá de los acostumbrados en otras variantes.
Llamada NB.1.8.1, fue detectada en los aeropuertos de Estados Unidos mediante viajeros que llegaban desde regiones del Mediterráneo oriental, el sudeste asiático y el Pacífico occidental, en un momento en que la postura oficial de Estados Unidos sobre la vacunación contra el COVID-19 está cambiando, dejando de recomendarse en niños sanos y mujeres embarazadas.
Aunque no resalta como una de las enfermedades más graves del virus SARS-CoV-2, manteniéndose en “bajo monitoreo”, comparada con otras variantes, sí se extiende de manera más rápida, alcanzando para mediados de mayo casi el 11% de las muestras secuenciadas reportadas.
La OMS aclaró que, si bien se han reportado aumentos de casos y hospitalizaciones en algunos países de la Región del Pacífico Occidental, que presenta la mayor proporción de NB.1.8.1, no hay informes que sugieran que la gravedad de la enfermedad asociada sea mayor en comparación con otras variantes circulantes.
Asimismo, explicaron que aún no hay resultados clínicos que hayan reportado el impacto de esta nueva variante, pero que sí se experimenta un aumento en los casos y hospitalizaciones relacionados con el SARS-CoV-2.