El mercado binacional domínico-haitiano amaneció este lunes enlodado, debido a las intensas lluvias provocadas por una vaguada que incide en el territorio nacional y mantiene varias provincias en alerta.
Comerciantes haitianos y dominicanos se vieron obligados a buscar espacios secos dentro de la estructura del mercado y en áreas aledañas para poder ofrecer sus mercancías.
Justo al inicio de la Semana Santa, decenas de personas acudieron al mercado para abastecerse de productos agrícolas y otros ingredientes para la preparación de las tradicionales habichuelas con dulce.
Durante la mañana, se observó gran cantidad de motoconchistas apostados cerca del muro perimetral. Algunas motocicletas de tres ruedas permanecían vacías, a pesar de que el comercio inició su jornada como de costumbre. Cientos de vendedores y compradores, tanto haitianos como dominicanos, se encontraban en los alrededores de la puerta de acceso, junto al riachuelo que divide ambos lados de la frontera.
A pesar del lodazal que afecta principalmente la parte trasera del mercado, los militares continúan realizando sus labores de control y vigilancia desde la puerta de entrada hasta el área conocida como “El Badén”, donde son requisadas todas las motocicletas, bultos y vehículos que cruzan desde el interior del país hacia la zona comercial.

En el marco del inicio de la Semana Santa, también se pudo observar a miembros de la Policía Nacional patrullando en conjunto con agentes de la DIGESETT, como parte del operativo de prevención implementado para garantizar la seguridad durante el largo asueto.
LLUVIA BENEFICIOSA
Las lluvias trajeron beneficios para el municipio de Pedernales, especialmente en zonas áridas y montañosas que no recibían precipitaciones desde hace un tiempo. Algunos predios agrícolas de la zona fronteriza resultaron favorecidos por el agua caída, lo que representa un alivio para los productores locales.