Por: José Lois Malkun
La economía dominicana sigue siendo una especie de fenómeno que para muchos dominicanos y extranjeros resulta inexplicable. Mantiene un crecimiento que duplica el promedio de Latinoamérica y el Caribe y se ubica en la cima de los países que más crecen, incluyendo América del Norte y Europa.
La banca dominicana mantiene excelentes indicadores que superan a muchos grandes bancos de países desarrollados y es el principal motor del crecimiento. La política monetaria ha sido tremendamente exitosa en los momentos de crisis. Y la fiscalización ha mantenido su consistencia aun sin la reforma fiscal que en el país tanto se necesita, gracias al manejo prudente del gasto. Los ingresos en divisas siguen creciendo y este año podrían superar los US$45 mil millones sin ser un país petrolero.
Pero se ciernen nubes negras sobre la economía que presagian una tormenta ¿A qué nos referimos?
Primero, el sector exportador, incluyendo zonas francas, podría ser afectado por el arancel del 10% impuesto por Estados Unidos, mientras México seguirá disfrutando de un arancel cero. El 55.4% de nuestras exportaciones totales van a Estados Unidos y su caída tendría un impacto muy negativo en la balanza comercial, ya de por si altamente deficitaria.
Además, la tasa da cambio es otro factor que afecta nuestras exportaciones, ya que un peso muy sobrevaluado, implica pérdida de competitividad.
Segundo, el presidente Trump quiere evitar que sus ciudadanos inviertan en otros países y busca que las empresas que operan en el exterior vuelvan a Estados Unidos ofreciéndoles menos impuestos a sus ganancias. El problema es que las inversiones provenientes de Estados Unidos representan un 40% de la inversión total que entra a nuestro país.
Tercero, el gobierno de Trump intenta aplicarles un impuesto de 5% a las remesas y es precisamente de Estados Unidos de donde proviene el 88% de ellas (US$9,288 millones).
El efecto de esa medida, más que amortiguar el flujo de inmigrantes a Estados Unidos, lo impulsará, ya que las remesas sostienen a millones de familias. México expresó su total rechazo a esa medida.
Cuarto, Haití, a punto de explotar, es otro gran reto y la llegada de inmigrantes no se detiene, con un comercio que fluye con dificultad. Quinto, a todo esto, no estamos ajenos a los conflictos geopolíticos donde las guerras se intensifican en el este de Europa, Medio Oriente, el sur de Asia y el cuerno de África. Rusia y China estrechan lazos para enfrentar a occidente mientras Estados Unidos y Europa se pelean como niños malcriados.
¿Por qué tus mejores amigos te traicionan?