La relación con Rusia y la diferente visión sobre Europa marcaron este miércoles los principales puntos de fricción en el debate televisado entre los dos candidatos a la Presidencia de Francia, el liberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, a cuatro días del voto definitivo.
El candidato a la reelección acusó a su rival de dependencia del poder ruso, por el crédito que solicitó en 2015 para financiar su partido a un banco próximo a Moscú, mientras que Le Pen le reprochó de querer “sustituir la ciudadanía francesa por la europea”.
Durante las casi tres horas que duró el cara a cara emitido por las principales cadenas del país, Macron se mostró más seguro, hasta el punto de parecer por momentos arrogante, uno de los peligros sobre lo que le habían advertido sus asesores en los días previos.
“Deje de confundir todo”, le llegó a espetar el presidente, a lo que Le Pen respondió: “no me dé lecciones”
En cabeza en los sondeos, con una renta media de unos 12 puntos sobre su rival, el ganador del duelo entre ambos de hace cinco años se apoyó en la misma línea política que ha mantenido en su mandato, frente al “profundo” cambio que promete su rival.
Macron aprovechó algunos puntos débiles de Le Pen, como su proximidad al presidente ruso, Vladimir Putin, la inconcreción de su proyecto europeo o algunas incoherencias en su programa económico.
La aspirante se mostró más sólida que hace cinco años, cuando ella mismo reconoció haber tenido “un muy mal debate”, pero no firmó la victoria clara que pueda permitirle cambiar la tendencia desfavorable de los sondeos en las dos últimas semanas.
“Cuando usted habla de Rusia, habla de su banquero”, lanzó el presidente, quien afirmó que la postura de Le Pen frente a la invasión de Ucrania “no es independiente”.
“Soy una patriota. Defenderé toda mi vida a Francia y los franceses. Lo que usted dice es falso”, respondió la aspirante, que recordó que Macron también recibió a Putin en Francia.
El siguiente golpe vino por la política europea, cuando Macron acusó a su oponente de ocultar en su programa su proyecto de abandonar el euro, lo que volvió a colocar a Le Pen a la defensiva.
La ultraderechista rechazó programar la salida de la UE aunque admitió buscar “una profunda renovación” para buscar una alianza de naciones.
COCHES ALEMANES A CAMBIO DE GANADEROS
Respondió acusando a Macron de no defender los intereses de los franceses en Europa y promover la “multiplicación de tratados de libre comercio para vender más coches alemanes a cambio de sacrificar a los ganaderos” franceses.
Macron apostó por el eje franco-alemán y dijo que “es necesaria una Europa más fuerte y más íntegra” y aseguró que Le Pen “miente y oculta su proyecto”.
Sobre el poder adquisitivo, el aspecto que, según los politólogos, permitió a Le Pen subir en los sondeos y acercarse a la victoria en un periodo de subida de los precios por la guerra de Ucrania, Macron consideró sus propuestas “poco efectivas”.
La candidata apostó por bajar el IVA de la energía “de forma perenne” lo que, a juicio de Macron, beneficiaría a rentas altas y no a los más desfavorecidos, y defendió el bloqueo de los precios que ya ha puesto en marcha y que, dijo, “ha permitido a Francia tener la mitad de la inflación que España”.
Le Pen programa abandonar el mecanismo europeo de fijación de precios de la energía, algo que Macron considera “poco realista”.
“MOZART DE LAS FINANZAS”
Le Pen puso en duda las mejoras económicas de las que presume Macron, a quien reprochó considerarse “el Mozart de las finanzas”, pero que dijo que no ha mejorado la situación del empleo y ha incrementado de forma “escandalosa” la deuda.
Al tiempo, consideró “de una injusticia insoportable” su proyecto de retrasar a los 65 años la edad de jubilación, a lo que el presidente respondió que “es necesario” y acusó a su rival de “tener impuestos ocultos o poner en peligro la supervivencia del sistema”.
En el apartado ecológico, chocaron sobre el ritmo al que hay que afrontar la transición energética, que va demasiado rápido para la ultraderechista lo que se traduce en “decisiones violentas” para las clases populares, mientras que Macron quiere que vaya “dos veces más rápido” en los próximos cinco años.
Un guiño al electorado del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, tercero de la primera vuelta con casi 8 millones de electores que son claves para el escrutinio del próximo domingo.
Le Pen defendió su proyecto de convocar un referéndum sobre la inmigración y prohibir el velo en la vía pública.
“Con ello crearía una guerra civil”, le respondió Macron, que lo consideró “una traición al espíritu de convivencia francesa”, al tiempo que acusó a su rival de “ligar el velo, el terrorismo y los extranjeros” en “un camino muy peligroso”.