EFE
Ciudad de México, México
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, caminó durante más de cinco horas entre centenares de miles de personas que acudieron este domingo a mostrarle su apoyo y a escuchar su informe al cumplir cuatro años en el gobierno. “Amor con amor se paga”, dijo al iniciar su discurso.
Sin dar apenas muestras de cansancio a pesar de una larga caminata desde el emblemático Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, donde se ubica el Palacio Nacional -residencia presidencial-, López Obrador se subió a un escenario instalado para la ocasión a las 15.00 horas (20.00 GMT) -aunque estaba planeado que iniciase a las 11.00 horas (16.00 GMT) y enumeró, durante más de una hora y media, los logros de su gobierno, que inició el 1 de diciembre de 2018.
“Me da mucho gusto estar con ustedes”, empezó el mandatario, quien sin ni siquiera tomarse unos minutos para beber agua después de haberse dado un baño de masas, inició su discurso destacando la presencia de jóvenes en la multitudinaria jornada y recordó a quienes ya no están.
“Me llamó mucho la atención y me hizo muy feliz que la mayoría de los que participaron en la marcha son jóvenes, hay relevo generacional”, expuso con una amplia sonrisa.
También quiso dedicar el día a “los que fueron precursores”. “Van a seguir estando con nosotros siempre. Cierran los ojos pero se quedan velando, y deben de estar muy felices, les dedicamos este acto”, sentenció.
110 ACCIONES Y LOGROS “DESDE ABAJO”
A continuación, procedió a enumerar 110 “acciones y logros” de su gobierno y dijo que todos ellos se realizaron con la gente, “desde abajo”, ya que desde que él llegó al gobierno, aseguró, no se excluye a nadie. “Primero los pobres”, dijo una y otra vez.
También dijo que todavía faltan muchas cosas por hacer, algunas de las cuales aseguró que se cumplirán antes de que termine su mandato en 2024 y otras cuando él se vaya y continúe el proyecto de su partido, Movimiento Regeneración Nacional. “¡No a la reelección!”, exclamó.
A continuación mencionó temas como las becas y otras ayudas económicas directas que, dijo, llegan al 85 % de las familias de México, la atención y respeto a los pueblos indígenas, o el incremento en un 62 % del salario mínimo.
También destacó las obras insignia realizadas durante su gobierno como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) -ya terminado y en funcionamiento aunque con pocos vuelos diarios- o el Tren Maya cuya construcción, aseguró, terminará antes de que termine su mandato.
Asimismo, empleó una parte considerable de su discurso en destacar que la llegada de la cuarta transformación, como es llamado su proyecto, garantizó el fin de la corrupción. “Al carajo con todo eso”, expresó.
Y criticó al conservadurismo diciendo que “la verdadera doctrina del conservadurismo es la hipocresía”.
“Sigamos haciendo historia, continuemos impulsando la revolución de las conciencias, hagamos realidad y gloria el humanismo mexicano, ¡que viva México!”, terminó el mandatario entre gritos de júbilo y frases como “Es un honor estar con Obrador”, consigna que suena desde la campaña anterior a su llegada al poder.
La jornada transcurrió con relativa tranquilidad y sin contratiempos a pesar de la preocupación que existía acerca de la seguridad del mandatario y de la gran asistencia que se registró.
El pasado 16 de noviembre, López Obrador anunció que daría su informe del cuarto año de gobierno el 27 de noviembre -en lugar del 1 de diciembre, cuando se cumplen cuatro años de su toma de protesta- en el Zócalo, después de una marcha que él mismo encabezaría.
El anuncio de la marcha se dio apenas tres días después de la movilización que convocó a miles de personas, en su mayoría opositores, que salieron a las calles de la Ciudad de México y otras entidades del país en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y contra la polémica reforma electoral que impulsa el presidente López Obrador.
La reforma, que el mandatario presentó en abril pasado y que se discutirá próximamente en el Congreso, causa polémica porque sometería a voto popular a los consejeros del INE y a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf).
También eliminaría 200 diputados y 32 senadores, reduciría el financiamiento de los partidos políticos y redefiniría el concepto de “propaganda” para que el Gobierno se pronuncie durante las elecciones, disposiciones criticadas porque pueden favorecer al actual partido en el poder.