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Las duras críticas a la realidad dominicana en el Sermón de las Siete Palabras

Este Viernes Santo, religiosos católicos proclamaron el Sermón de las Siete Palabras, en la Catedral Primada de América en Santo Domingo, donde con las últimas palabras pronunciadas por Jesús antes de morir en la cruz, intercedieron por realidades del país.

Los sacerdotes y religiosas abordaron la realidad económica, política, social, religiosa y cultural de la actualidad que afectan a la sociedad dominicana, con la ausencia de funcionarios del Estado.

Siendo en esta ocasión el perdón, injusticia frente a los migrantes, el sistema de justicia, el sistema de Seguridad Social, posición de la Iglesia, el rol de la mujer en la sociedad, políticos corruptos, indiferencia ante el deterioro de salud mental, costo de la canasta familiar, crisis de Haití y la salud mental el centro de los discursos.

“PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”

La primera palabra “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, tomada del evangelio de Lucas, fue pronunciada por el padre Keiter de Jesús Luciano Alcántara de la Parroquia San Juan Bautista, de Mata San Juan, Villa Mella, quien en su interlocución pidió perdón por los que han perdido la fraternidad con los “hermanos”.

“Perdón por los que buscan resolver los problemas y situaciones desde las plataformas digitales, en expresiones desencarnadas de la realidad, olvidando la cercanía y el encuentro. En definitiva, por los que han olvidado la razón de ser de su misión y su servicio”, sostuvo el religioso.

Asimismo, pidió perdón a Dios, porque contrario a lo que dice la palabra “sabemos lo que hacemos y esto es lo más triste”, ya que viendo las realidades muchos prefieren cerrar los ojos y taparse los oídos, convirtiéndose en cómplices de los males sociales.

“Sabiendo preferimos ignorar que sabemos; que viendo preferimos cerrar los ojos para que la realidad no nos duela tanto; que escuchando, nos hemos llenado de ruido para acallar el silencio culpable ante el dolor; que pudiendo hacer algo, nos hemos automutilado para tener excusas ante nuestra pasividad, padre perdónanos, porque hemos preferido endulzar el evangelio antes que asumir las consecuencias de su amargo sentido profético”, dijo Luciano Alcántara.

Una nueva ley de seguridad social, fue otra de las peticiones, así como perdón, por las injusticias y maltratos a los migrantes y la indiferencia mostrada por los cristianos “cual desdice mucho de nuestra identidad de pueblo cristiano”.

“Padre, Perdónanos, porque aun sabiendo que necesitamos una nueva ley de seguridad social, preferimos entretenernos en proyectos de leyes que sirven para el show mediático y hacer graciosos a quienes las promueven. Perdónanos porque conociendo los maltratos e injusticia frente a los migrantes, preferimos hacer silencio, o peor aún hacernos cómplices, los cual desdice mucho de nuestra identidad de pueblo cristiano, tan orgullosamente exhibida en los meses patrios o posteada en redes sociales y guardas al momento de ser aplicadas en situaciones concretas”, sostuvo.

De igual forma, pidieron perdón por el sistema de justicia, que “garantista de quienes pueden pagar y excluyente de los pobres”, aludiendo que para quienes cometen “crímenes callejeros”, se pide mano dura, sin embargo, para los que pecan por “crímenes de salón”, se es más flexible.

“HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”

Al pronunciar la segunda palabra “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”, tomada del evangelio de Lucas, el reverendo padre Gregorio Santana, realizó señalamientos al sistema penitenciario dominicano, aseverando este se encuentra en su “peor momento”.

“El sistema penitenciario del país está en su peor momento. Los presos pagan hasta por el derecho de ir al baño y por una “maldita goleta” para dormir por turnos. Pulgar penas no puede traducirse en algo tan denigrante de la condición humana, como la barbarie que impera en las cárceles dominicanas, llenas de guiñapos humanos, enfermos terminales y mentales. Aunque lastimosamente hay desalmados que piensan que debe ser así, nuestras cárceles son la antesala del infierno, como dice la canción, un cementerio de hombres vivos (Grupo Niche)”, dijo.

Deploró que pese al atribuido crecimiento económico del país en los últimos 50 años, se ha vuelto más mezquino el crecimiento moral y espiritual, los que refirió se encuentran “descalabrados”.

Asimismo, el sacerdote deploro el Sistema de Seguridad Social, del que refirió es una estafa “burda”, con apoyo del Estado.

“Sí, es “legal” lucrarse con el dinero de las protecciones sociales. Los grupos económicos han decidido negar derechos para ganar dineros. Todos sabemos que el día al día de las aseguradoras de salud es un robo. Para ir a consulta y a la farmacia estamos en el mismo punto de hace 30 años”, refirió Santana.

En la reflexión de la segunda palabra, también se criticó la educación “que es mala, cara e imprestable”, sistema que está relacionada a los grandes males que sufre la sociedad.

“HE AQUÍ A TU HIJO; HE AQUÍ TU MADRE”

La tercera palabra “He aquí a tu hijo; he aquí tu madre”, tomada del evangelio de Juan, fue pronunciada por sacerdote franciscano Fray José Guerrero, quien exhorto a las mujeres dominicanas ver en Maria un ejemplo de cómo tiene que ser la mujer de hoy, aludiendo a que las féminas deben revelarse espiritualmente para abolir desigualdades.

“Mujer del siglo XXI, mujer dominicana, tienes un modelo ejemplar en la madre de Jesús, cumple hoy tu gran rol histórico que es provocar una gran revolución espiritual. Lo que más necesita esta humanidad globalizada, preñada de tanta maldad, odio, violencia, hipocresía, egoísmo, injusticia, maltrato sistemático a la madre tierra”, indicó.

El también exorcista de la Arquidiócesis de Santo Domingo exhorto a las dominicanas a despertarse y a conectar su esencia con Dios, tal como lo hizo María.

“Despierta, mujer, conéctate con tu esencia, y, como María y con María, date prisa, ponte en camino y enciende la chispa de la revolución espiritual, que cambiará el curso de la historia hacia un destino de paz, fraternidad, verdad, amor y solidaridad global”, dijo.

En su discurso hizo un paréntesis para hacer un llamado a los hermanos evangélicos, quienes, según explicó, han dejado a María fuera de su casa, “para que junto con nosotros experimenten la ternura, la delicadeza y el amor de la madre del nuevo pueblo de Dios”.

“En la tradición evangélica protestante, María no tiene espacio, no tiene un discípulo amado quien la acoja en su casa, han dejado fuera de su hogar a la madre del Redentor. Hermanos evangélicos, estamos en la época de la globalización; la globalización es un signo de los tiempos que exige la unidad de todo el pueblo de Dios”, manifestó.

“DIOS MÍO, DIOS MÍO ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?”

Sor Trinidad Ayala realizó la reflexión de la cuarta palabra, “Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?”, tomada del evangelio de Mateo, donde la Iglesia atacó la delincuencia y los políticos corruptos, manifestando sobre estos últimos que solo se enriquecen de los bienes del pueblo y cada cuatro años venden esperanzas.

Ante los políticos corruptos que solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años nos venden esperanzas de cambios; los cuales se quedan en promesas. ‘¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?’”, expresó.

Asimismo, en su prédica deploró el sistema de salud, que calificó como “excluyente”, que imposibilita que los más pobres tengan acceso al servicio y poder costear sus medicamentos, en especial los de alto costo.

Otra de las peticiones fue por las personas desempleadas y el alto costo de la canasta familiar “haciendo que la masa pobre tenga que hacer malabares para salir a flote mes tras mes”.

“TENGO SED”

Durante de la proclamación de la quinta palabra, “Tengo Sed”, del evangelio de Juan, pronunciada por el diácono de la Parroquia San José de Calasanz, Ángel Cano Sención, la Iglesia Católica manifestó que estos momentos demandan de la solidaridad y valentía, que respete la valentía de los países, aludiendo a la situación de la vecina República de Haití.

Vemos la situación de nuestro hermano pueblo de Haití, sometido al desgarre social y político que generan las ambiciones incentivadas. Son tiempos que demandan una respuesta solidaria y valiente, que respete la libertad y soberanía de nuestros países, que procure explicitar auténticamente y con firmeza los reales propósitos y agendas globales, regionales y como país”, indicó.

Esta reflexión se hizo en torno a la manifestación, de que producto de las “ambiciones” que conducen a tensiones mundiales, que reconfiguran la geopolítica, “por un lado, se consideran las grandes potencias mundiales y, por otro lado, grupos radicales que impulsan división y odio entre pueblos y comunidades”.

Asimismo, el diácono deploró que los niños estén expuestos “ambientes de placer” y agendas internacionales, incidido principalmente por la pérdida de valores familiares, así como un sistema educativo “deficiente”.

Entre otras cosas, el religioso manifestó que la sociedad dominicana está sedienta de políticos que promuevan políticas más justas e inclusivas.

El diacono expresó que el país está sediento de un sistema que responda a los principios que se sustentan en la constitución, donde irradie los derechos humanos.

“Esta sed se concretiza en la urgente necesidad de promover estructuras más justas y equitativas; de compromisos con el bien común, de promoción de los valores humanos, la defensa de la vida y la familia, en las que el accionar social y político esté sometido a valores éticos y morales que realzan un verdadero compromiso y vocación de servicio a los demás”, sostuvo.

Así como la sociedad tiene sed de un sistema educativo más eficiente y buenas prácticas empresariales.

“TODO ESTÁ CONSUMADO”

La sexta palabra “Todo está consumado”, tomada del evangelio de Juan, pronunciada por el diacono de la Parroquia Inmaculada Concepción, Blas Bonilla Morfe, la Iglesia invitó a los ciudadanos y políticos a reflexionar y a cuestionarse sobre los aportes que están haciendo para lidiar con las problemáticas que imperan en el país e identificar sí realmente, se está logrando el objetivo que se propusieron.

“Tú, Padre y madre de familia, ¿pueden decir a Jesús misión cumplida? Tú, profesional, en tu labor diaria, ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida? Tú, obispo, sacerdote y diáconos ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida? Tú, empleado público, ministros del gobierno, militares, senadores y diputados ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida? Señor presidente de nuestro país, usted puede decir a Jesús ¿misión cumplida?”, cuestionó.

Señaló que se debe tener conciencia de que hay que vivir una profunda conversión y hay que comenzar a curar en el corazón las llagas y las heridas mismas de Jesús además, las de tantos que a diario sufren de hambre, desesperación, opresión, abandono, tristeza, pobreza, enfermedad y otros sufrimientos.

“PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”

En la reflexión de la séptima palabra, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, del evangelio de Lucas, a Iglesia Católica pidió a Dios por las víctimas de los incendios registrados en el carnaval de Salcedo y en la Penitenciaria Nacional de La Victoria, hechos registrados a principios de este mes de marzo.

Ángela López, laica comprometida y miembro de la Comisión de Prevención de abuso sexual de menores al leer la reflexión, también pidió por las elecciones del 19 de mayo y “la política malentendida y ejercida”.

“La inseguridad ciudadana, la crisis climática, los niños y niñas abusados sexualmente, las mujeres maltratadas y asesinadas, las víctimas del fuego de Salcedo, y de La Victoria, las elecciones de mayo, la política malentendida y ejercida, los mercaderes de la política que nos están prometiendo un paraíso; y los que nos quieren hacer creer que ya vivimos en él”, dijo López.

Asimismo, intercedieron por los países en guerra, la Iglesia Universal y la Iglesia dominicana.

La mujer se refirió al cambio climático y al incremento del deterioro de la salud mental a nivel mundial y el país, aludiendo que el 4.7% de la población dominicana padece de depresión y un 5.7% de trastornos de ansiedad.

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