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La última ola de violencia en Haití provoca casi 10,000 desplazados en una semana

EUROPA PRESS

Haití 

La sucesión de ataques armados registrados desde el 5 de febrero en Puerto Príncipe, la capital de Haití, ha obligado a casi 10, 000 personas a abandonar sus hogares en poco más de una semana, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Las zonas de Carrefour, Cité Soleil y Tabarre son los principales epicentros de esta nueva ola de violencia, a la que se le atribuyen ya unos 9,900 nuevos desplazados –casi 2,300 hogares en total–. Dos terceras partes de estos desplazados han buscado refugio junto a familiares o allegados, mientras que el tercio restante ha recalado en campamentos improvisados donde las condiciones ya son precarias.

Haití, considerado el país más pobre de las Américas, ya acumulaba antes de esta enésima crisis un gran número de desplazados internos, con más de 310,000 casos registrados en diciembre de 2023.

Quienes huyen, además, corren el riesgo de ser víctimas de la violencia también mientras intentan llegar a zonas teóricamente más seguras. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha confirmado que al menos dos niños han muerto por heridas de bala cuando escapaban de zonas controladas por grupos armados en Puerto Príncipe el fin de semana pasado.

El año pasado se cerró con 8,400 víctimas por la actividad de las bandas –entre muertos, heridos y secuestrados–, un 122 por ciento más que en 2022, mientras que enero de 2024 ha sido el mes más violento en más de dos años. La ONU ha confirmado 1,100 víctimas, de las cuales 806 han sido identificadas como personas civiles ajenas a los grupos armados.

El representante de UNICEF en Haití, Bruno Maes, ha advertido en un comunicado de que “las condiciones sobre el terreno son extremadamente peligrosas para los niños”. “Yo mismo vi cómo un niño de ocho años recibía una bala hace unos días cuando jugaba en el patio de su casa”, ha asegurado, advirtiendo de que algunos barrios son ya “un infierno”.

Maes ha lamentado que, “pese a la amplitud y la gravedad de la crisis”, la “falta de atención” internacional representa “un desafío”. “El coste de la indiferencia y de la inacción es inadmisible. El futuro de los niños está en juego”, ha sentenciado el responsable de UNICEF.

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