A poco más de cinco meses de las elecciones en las que se juega la reelección, los niveles de popularidad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no remontan. La última encuesta publicada por la firma Gallup, que mide desde hace décadas la opinión de los ciudadanos estadounidenses sobre sus presidentes, muestra un nivel de aprobación de solo el 39%, cerca aún de los mínimos del 37% que ha marcado en los peores momentos de su mandato. Eso sí, ese bajo respaldo es casi el triple que el que recibe el Congreso, cuya actuación solo aprueba el 13% de los ciudadanos.
Como suele ocurrir con los nuevos presidentes al poco de asumir la presidencia, Biden inició su mandato con unos índices de aprobación relativamente altos, en su caso del 57%, una cota que marcó en enero de 2021, nada más jurar el cargo, y que conservaba en abril de ese año. La popularidad de Biden empezó a hundirse con la caótica retirada de las tropas de Afganistán, en el verano de ese mismo año. Luego, los altos precios de la gasolina y los alimentos, traducidos en la inflación más alta en 40 años, la crisis migratoria y algunos problemas coyunturales, fueron erosionando sus niveles de aprobación, que cayeron al 38% en julio de 2022.
Al mes siguiente, Estados Unidos culminó con éxito una operación para matar con un dron al líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, en Kabul, la tasa de paro bajó al 3,5% e igualó su mínimo en el último medio siglo, con una cifra de empleo récord, por encima del nivel prepandemia, y el Congreso aprobó la ley de Reducción de la Inflación, con medidas climáticas y fiscales y con una reducción de los costes médicos y farmacéuticos para parte de la población. Con esas y otras medidas, los niveles de aprobación del presidente iniciaron una remontada que no se consolidó.
La aprobación de Biden marcó un mínimo del 37% en abril de 2023. Volvió a situarse por encima del 40% durante el verano pasado, pero tras el ataque de Israel a Hamás y el apoyo inicialmente cerrado a la respuesta del Gobierno de Benjamin Netanyahu, se desplomó hasta volver al 37% en octubre. La novedad en ese mes es que la aprobación del presidente por parte de los votantes demócratas pasó en un mes del 86% al 75%, un retroceso récord de 11 puntos en el mes del estallido del nuevo conflicto en Oriente Próximo. Gallup explicó entonces que los resultados diarios sugerían claramente que la aprobación de Biden por los demócratas cayó bruscamente tras los atentados del 7 de octubre de Hamás y la promesa de Biden de pleno apoyo a Israel ese mismo día.
En los últimos cuatro meses, el índice se ha movido entre el 38% y el 40%, con una completa división partidista. En mayo, según la encuesta de Gallup, Biden recibía la aprobación del 82% de los demócratas y solo del 2% de los republicanos. Lo más preocupante para el presidente es que su popularidad también es baja entre los votantes independientes, no registrados con ninguno de los dos grandes partidos. Biden no ha recibido su aprobación mayoritaria desde junio de 2021. Entre ellos, logra el 34%, aunque al menos eso supone cierta recuperación desde el mínimo del 27% de noviembre pasado.
El índice de aprobación de Biden, aunque débil, sigue estando muy por encima del mínimo histórico del 22% registrado por Harry Truman en febrero de 1952, recuerda Gallup. Richard Nixon, Jimmy Carter, George H.W. Bush y George W. Bush tuvieron índices de aprobación por debajo del 30% en algún momento de sus presidencias. Ni Carter ni George Bush padre lograron ser reelegidos. La popularidad de los republicanos Nixon y de George W. Bush se deterioró en su segundo mandato y, tras ellos, ganó las elecciones el candidato demócrata. No son buenos augurios para Biden, aunque al grueso de los votantes tampoco les gusta Donald Trump.
Congreso impopular
El índice de aprobación de Biden, con todo, triplica al que recibe el Congreso, de solo el 13%. El Congreso está dividido: los republicanos tienen una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes y los demócratas una ventaja mínima en el Senado. Con esa composición, apenas ha sacado adelante ningún proyecto legislativo. Elevó el techo de deuda, aprobó los presupuestos tras varias prórrogas y dio luz verde a un paquete de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán, pero más allá de eso, sus logros han sido nimios.
El caos en que se ha visto envuelta la Cámara de Representantes durante la actual legislatura, con la moción de censura a su presidente, Kevin McCarthy, incluida, parecen haber deteriorado su imagen. Durante el periodo de realización de la encuesta (del 1 al 23 de mayo), la congresista Marjorie Taylor Greene presentó su moción para destituir al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, líder de su partido, por su papel en la aprobación del paquete de ayuda internacional, aunque ese movimiento fracasó gracias al apoyo a Johnson de los demócratas.
La aprobación del Congreso se mueve por debajo del 20% desde julio de 2023 y marcó un mínimo del 12% en febrero pasado. Los ciudadanos de todas las tendencias censuran su labor. Solo logra la aprobación del 17% de los demócratas, del 9% de los republicanos y del 13% de los independientes.
Fuente: EL PAÍS