La oposición de izquierdas y de derechas criticó este jueves la falta de resultados concretos de 12 horas de discusión con el presidente francés, Emmanuel Macron, que por su parte avanzó la posibilidad de organizar una “conferencia social” en la que se abordaría en particular la cuestión de los salarios.
“Pasar 12 horas para no tener ninguna respuesta seria, ninguna medida, ningún anuncio concreto teniendo en cuenta las dificultades a las que se enfrenta el país, me parece bastante grotesco”, señaló Manuel Bompard, “número uno” de La Francia Insumisa (LFI) en declaraciones a la emisora France Info.
Macron reunió a los jefes de los partidos con representación parlamentaria en Saint Denis, ciudad populosa limítrofe con París, en un encuentro a puerta cerrada y sin móviles que empezó el miércoles a las 15.00 locales y que se prolongó hasta después de las 3.00 de la madrugada del jueves, una iniciativa con la que esperaba empezar a superar el actual bloqueo político.
Bompard, que representaba a su partido de la izquierda radical, simplemente reconoció que el diálogo fue “franco, pero por ahora no ha dado como resultado nada”. Además, lamentó que el presidente hubiera descartado las propuestas comunes de la izquierda para bloquear los precios, organizar un referéndum sobre las pensiones o imponer una subida de salarios.
Desde la extrema derecha, Jordan Bardella, el líder de la Agrupación Nacional (RN, el partido de Marine Le Pen) concedió que los intercambios fueron “francos” pero “sin conclusión por ahora”.
Bardella explicó en un comunicado al salir que había defendido las propuestas que su formación propone “para mejorar la vida cotidiana de nuestros compatriotas”, en particular la organización de un referéndum sobre la inmigración, “un gesto significativo en favor del poder adquisitivo” y “la refundación de la escuela”.
También en la derecha, el jefe de Los Republicanos (LR), Eric Ciotti, consideró que este formato inédito de debate había sido “oportuno”, pero planteó dudas sobre su utilidad e hizo notar que no había visto propuestas muy elaboradas por parte de Macron.
Ciotti sí que celebró que el jefe del Estado accedió a su idea de “relanzar la Unión por el Mediterráneo”.
La versión de Macron sobre este encuentro la dio en primer lugar el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, que se felicitó de que “gente que no se habla, que no piensa lo mismo (…) hayan decidido hablar a puerta cerrada y eso hasta bien entrada la noche”.
“La clase política -subrayó Véran en una entrevista a France Info- ha sido capaz de entrar en una iniciativa inédita de discusión”.
Sobre el fondo, el portavoz del Ejecutivo hizo notar que “no se ha cerrado la puerta” a la idea de una conferencia social, sobre la que habrá un seminario gubernamental la semana próxima.
Macron y los jefes de los partidos estuvieron hablando durante las cuatro primeras horas de su encuentro sobre política exterior y el presidente compartió con ellos informaciones confidenciales. De esta parte de las discusiones no ha habido filtraciones.
El jefe del Estado tiene una mayoría en la Asamblea Nacional que es insuficiente para sacar adelante sus iniciativas legislativas, y el Gobierno de su primera ministra, Élisabeth Borne, está particularmente atascado desde la reforma de las pensiones aprobada en abril en medio de fuertes protestas sociales.