Invitado Democratico

LA ERA DE TRUJILLO, VIGILANCIA, TERROR Y CONTROL

El Lic. Manuel Núñez Asencio, historiador dominicano, continúa la secuencia del segmento histórico presentado por el programa DemocraciaTV, dirigido por el Dr. Deomedes Olivares.

En esta ocasión, Núñez conversó sobre el terror y la vigilancia excesiva ejercida en la era de Trujillo, así como el matiz inicial del régimen y posterior destape dictatorial.

Refiere el historiador que en la era del régimen de Trujillo el terror y la vigilancia policíaca constituían los principales instrumentos de gobierno en dictadura. Prácticamente nadie se encontraba a salvo de la cárcel o la supresión física por razones políticas.

La vigilancia policíaca, sumado al caliesaje, conllevó graves consecuencias para cualquier autor de algún desliz político.

El pueblo dominicano vivió en aquel entonces una verdadera pesadilla.

El país quedó sin defensas frente a la intensa propaganda unilateral llevada por el régimen. Los periódicos de circulación nacional tenían un servilismo absoluto frente a la dictadura.

Trujillo como principal empresario controlaba gran parte de los ingenios, y todo giraba entorno a él y su partido, el Partido Dominicano.

La situación política interna se caracterizó por un notable aumento de la opresión sobre las masas.

El Régimen de Trujillo controlaba carreteras, parajes, villas, campos, avenidas, paseos, edificios públicos, parques, escuelas y hospitales.

Lo mismo sucedió con diferentes provincias y ciudades.

En 1936 se cambia el nombre a la ciudad capital de la República Dominicana de Santo Domingo la cual pasa a llamarse Ciudad Trujillo.

Igual sucedió con otras provincias ya existentes que cambiaron de nombre u otras provincias creadas por Trujillo en el marco de la política de control territorial y el Plan de Dominicanización de la Frontera.

Provincias como la de Dajabón, pasa a llamarse Libertador; San Juan de la Maguana a Benefactor; Baní se le puso el nombre de Trujillo Valdez, su padre; a Nagua, Julia Molina que era su madre, San Cristóbal, que pasó a llamarse provincia Trujillo y Elías Piña, San Rafael como su primer nombre.

Adicional, se controlaba la entrada y salida de todo ciudadano en cada provincia, colocando cuarteles policiales y militares, asi como retenes para llevar estos controles a nivel general.

En sus inicios

El caso de Trujillo, presenta un liderazgo disfrazado de cercanía al pueblo.

Al inicio del régimen se presentó a Trujillo como un líder leal a su pueblo, en el cual se podía confiar y no había peligro en seguirlo, un líder paternalista que ofrece protección a sus súbditos.

Trujillo creó el peso dominicano, mecanismos de recaudación impositiva, el Banco Central, hospitales, carreteras y diversas instituciones que contribuyeron a la conformación del Estado.

Sin embargo, la realidad es que su liderazgo se impuso sobre la base del terror, el miedo y la instrumentalización del pasado como fuente de legitimación de poder.

Desarrolló un liderazgo de tipo autoritario, despótico y centralizante, haciendo que todo girara en torno a su figura de líder, para posteriormente afianzar la dictadura.

Sobre la lucha fronteriza y anti haitiana

Trujillo fue un consumado anti haitiano, aprovechó las diferencias fronterizas existentes para reafirmar nuestra particularidad frente Haití.

El conflicto fronterizo entre los dos países fue resuelto por Trujillo por la fuerza.

Para dominicanizar la frontera con Haití y solucionar la problemática con los haitianos uno de los mecanismos al que recurrió Trujillo fue la represión, con la matanza de más de 10mil haitianos en 1937 .

Para asegurar la dominicanidad de la frontera, implementó un programa consistente en la creación y construcción de pueblos a lo largo de la nueva línea de demarcación.

Recurrió a acuerdos con el vecino país, sobre delimitación de la frontera, pero la misma línea represiva le impedía cumplirlos a cabalidad.

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