Cientos de casas afectadas en toda la geografía nacional, calles inundadas, árboles caídos, así como circuitos eléctricos, pérdidas materiales y personas trasladadas hacia lugares seguros, han sido algunas de las consecuencias que ha dejado la tormenta tropical Franklin a su paso por la República Dominicana.
Tanto en el Distrito Nacional como en el municipio de Santo Domingo Este, durante el día de ayer los diferentes barrios se mostraban poco activos, en acato a la orden del gobierno a la ciudadanía de cancelar sus labores al aire libre y permanecer en sus casas, debido al peligro que representaba el fenómeno.
Sin embargo, desde tempranas horas de la mañana no se hicieron esperar las personas que pecaban de imprudentes, saliendo de sus casas con la única intención de bañarse bajo la lluvia, aún Santo Domingo estando en alerta roja, realizando juntillas en grupo e incluso protagonizando fiestas clandestinas.
En el sector Cristo Rey, en el Distrito Nacional, fue uno de los lugares en los que, habiendo ya la tormenta tocado suelo dominicano, era bastante fácil encontrar una gran cantidad de gente, en su mayoría adolescentes y jóvenes adultos, en motores y pasolas, echando carreras en dúos de chofer y acompañante, e incluso tomando alcohol.
En el mismo barrio, en más de un punto, durante un recorrido realizado por periodistas del Listín Diario, se vio a grupos de niños sin supervisión adulta abusando de los grandes charcos como si fueran piscinas dispuestas para la diversión.
Hasta en el Cristo Park se encontraron infantes utilizando los juegos mecánicos bajo la intensa caída del agua.
Rodeados de basura
En el caso particular del municipio de Santo Domingo Este, los sectores amanecieron rodeados de basura y resistiendo con ligereza los efectos de Franklin; así también el alcalde, Manuel Jiménez, dispuso el cierre de la avenida Barceló debido a la caída de un poste de energía eléctrica.
En el barrio de Cancino Adentro se reportó la inundación de una de sus calles, denominada “Calle Quinta”, aunque luego volvió a su cauce normal sin ocasionar daños significativos.
A nivel general, los desechos sueltos, aparentemente arrastrados por el viento y el agua posada, se observaron en Los Mina, Villa Faro, Cancino Adentro, Las Américas y la avenida Charles de Gaulle.
Además, se encontraron reiterados cúmulos de basura enfundada que la gente había sacado a las esquinas a “esperas de que pase el camión de basura”.
En Los Mina, una brigada del Ayuntamiento estaba recogiendo los desperdicios sueltos en la calle.
La situación fue la misma en el Distrito Nacional, donde en barrios como Villa Juana se encontraron varios grupos de limpieza de la Alcaldía, que preside Carolina Mejía, barriendo y recogiendo los desechos por encima de los grandes charcos de agua.
El comercio
Aunque la mayoría de negocios permanecieron cerrados ante la disposición del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), un gran grupo de pequeños comercios, como colmados, carnicerías, gomeras, entre otros, se encontraban abiertos desde muy temprano, con intenciones de permanecer “hasta que Dios quiera”.
En el caso particular del mercado de Los Mina, la gran mayoría de comercios permanecieron abiertos desde tempranas horas de la madrugada, que son sus habituales.