Agencia EFE Santo Domingo, RD
Las estrategias para un futuro sostenible de la aviación centran la conferencia ‘Combustible y sostenibilidad’, que organiza esta semana en Santo Domingo la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA, en sus siglas en inglés) y en la que participan unos 150 representantes de 24 países.
Durante la tercera edición de esta conferencia, los expertos abordan iniciativas locales y regionales en materia de combustibles sostenibles para la aviación, según un comunicado divulgado este jueves por el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).
Como anfitrión, el director general del IDAC, Igor Rodríguez Durán, expresó su confianza en que estas jornadas permitan encontrar soluciones a fin de avanzar hacia el futuro de la aviación sostenible.
Destacó la importancia de esta conferencia por los avances y la visión global colectiva y ambiciosa que representa, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en la aviación internacional mediante el uso de SAF (Sustainable Aviation Fuel, en sus siglas en inglés) y otros combustibles sostenibles y energías limpias, cuya meta es reducir las emisiones en un 5 % para 2030, “un compromiso clave para el futuro de la aviación”, agrega la nota.
Conforme a los datos aportados por José Ricardo Botelho, quien encabeza la conferencia en representación de Peter Cerdá, director ejecutivo y presidente de ALTA, entre 2011 y 2023 el consumo de combustible de las aerolíneas de América Latina y el Caribe por cada 100 Pasajeros-Kilómetros Recorridos disminuyó un 28 % debido a la renovación de flotas, mejoras operativas y la adopción de nuevas tecnologías.
Al respecto, indicó que las aerolíneas miembros de ALTA han reducido la edad media e sus flotas en un 18 % y aprovechan los beneficios de los aviones de última generación, que consumen entre un 15 % y un 20 % menos de combustible.
De acuerdo con Botelho, América Latina y el Caribe es una de las regiones que menos contribuye a las emisiones globales de CO2 en la aviación.
En 2023, precisó, las emisiones globales de la industria alcanzaron aproximadamente 867 millones de toneladas, de las que solo el 2,6 % correspondió a Brasil y México, los dos únicos países de la región entre los 25 con mayores emisiones de CO2 derivadas de la aviación.