El Dr. Deomedes Olivares, en su programa DEMOCRACIA TV, destacó a José Francisco Peña Gómez como uno de los cinco historiadores y líderes políticos más importantes en los 180 años de historia republicana dominicana. Considerado el más grande de los líderes modernos, Peña Gómez dejó un legado imborrable en la lucha por la democracia, la equidad y los derechos humanos.
José Francisco Peña Gómez (1937-1998) fue un influyente político y líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ampliamente reconocido por su incansable lucha en pro de la justicia social y la libertad política en la República Dominicana.
Infancia y contexto histórico
Nació el 6 de marzo de 1937 en Santo Domingo, en un período marcado por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. De origen humilde, Peña Gómez enfrentó desde temprana edad las desigualdades sociales y políticas de su tiempo. Su conciencia social se desarrolló rápidamente, y su compromiso con la justicia lo llevó a involucrarse en movimientos políticos opositores al régimen trujillista.
Trayectoria política
Peña Gómez se unió al PRD en su juventud, un partido que se erigió como el principal opositor a la dictadura y defensor de la democracia. A lo largo de su carrera, ocupó importantes cargos públicos, entre ellos los de diputado y senador. También fue alcalde de Santo Domingo en 1982, cargo desde el cual impulsó reformas urbanas y sociales en favor de los sectores más vulnerables.
Fue candidato presidencial en múltiples ocasiones, compitiendo en elecciones históricas que marcaron el rumbo político del país, especialmente en la década de 1990. Aunque no alcanzó la presidencia, su liderazgo fue fundamental en la consolidación del sistema democrático tras el fin de la dictadura.
Lucha por la justicia y unidad nacional
Uno de los rasgos más destacados de Peña Gómez fue su capacidad para movilizar a las masas con un discurso claro y empático. Abogó incansablemente por la unidad nacional y buscó superar las divisiones ideológicas y políticas que fragmentaban al país. Su oratoria apasionada y su visión inclusiva lo convirtieron en un símbolo de esperanza para muchos dominicanos.
Peña Gómez también fue un firme defensor de los derechos humanos y la justicia social, luchando contra la discriminación racial y las injusticias sociales en todas sus formas. Enfrentó con valentía las adversidades políticas, incluida la persecución y el racismo, lo que fortaleció aún más su imagen como líder del pueblo.
Legado y fallecimiento
El 10 de mayo de 1998, Peña Gómez falleció tras una larga batalla contra el cáncer. Su muerte dejó un profundo vacío en la política dominicana, pero su legado perdura en la memoria de la nación. A pesar de no haber alcanzado la presidencia, muchos lo consideran uno de los más grandes líderes del siglo XX en la República Dominicana.
El Dr. Deomedes Olivares subrayó que el impacto de Peña Gómez trasciende generaciones, recordando que su lucha por la democracia y la justicia social es una inspiración constante para quienes creen en un país más justo e inclusivo.