Jada Pinkett Smith es ahora “la cara dura” de la bofetada de Will Smith a Chris Rock durante la gala de los Premios Óscar y que ha generado un tsunami en el mundo del entretenimiento. La esposa del actor ha dejado a muchos “boquiabiertos” tras una serie de situaciones entre ellos que generan extrañeza.
Jada Pinkett se vio envuelta en el centro de la polémica en la más reciente edición de los Óscar, el 27 de marzo, cuando Chris Rock hizo una broma desafortunada o hiriente sobre su cabeza rapada y su esposo, Will Smith, subió al escenario para propinarle una bofetada.
Tras el bochornoso momento nunca antes visto en una premiación de ese nivel, se ha hablado de la relación y la lucha de Pinkett con la alopecia. Pero en los últimos días se agregan detalles de su vida personal y de su controversial relación matrimonial con Smith.
Mientras el veterano actor se internaba en un centro de rehabilitación conductual, la revista US Weekly reseñaba esta semana unas declaraciones de una fuente cercana a la pareja que asegura que Jada Pinkett cree que su marido “lo exageró todo” y lamenta que la situación terminará en algo “físico” entre Will y Chris Rock.
“Fue en el calor del momento y fue él el que exageró todo. Él lo sabe, ella lo sabe. Están de acuerdo en que él reacción de forma exagerada”, expresó la fuente citada por US Weekly.
Desde el viernes, se ha vuelto viral un video del 22 de octubre de 2018 en el que se ve a Jada en el programa “Red Table Talk” afirmando que nunca quiso casarse con Will Smith.
Jade afirmó que el día de su boda, en la víspera de Año Nuevo en 1997, iba “llorado por el maldito pasillo”.
En el episodio de “Red Table Talk” ella estuvo junto a Will Smith, su hija Willow y su madre Adrienne Banfield-Jones y en repetidas ocasiones dijo que nunca estuvo de acuerdo con la formación del matrimonio y que, hasta ese momento, seguía sin estarlo.
“Estaba bajo mucha presión, siendo una joven actriz y estando embarazada”, comentó Jada en esa ocasión.
Luego agregó: “No sabía qué hacer, pero lo único que sabía era que nunca quería estar casada”.
En otro audiovisual que circula en estos días se puede ver la tensa relación entre ambos durante un directo en redes sociales en el que ella, según la prensa del corazón estadounidense, es una prueba de que ella ha ejercido durante su matrimonio presión sicológica contra su marido.
Incluso, en el video en cuestión, en contra de la voluntad de Will ella no deje de grabarle en plena discusión sobre las relaciones abiertas en el matrimonio. “¿Dirías que ella ha sido fundamental para que tú y yo redefinamos nuestra relación?”, le preguntaba a él.
Él respondía con enojo: “Yo diría: no empieces a filmarme sin preguntarme si puedes filmarme”. – Oh, Dios mío. Esther, ven a ayudarnos de nuevo, por favor. Todavía estoy lidiando con tonterías. ¿Dirías que ella nos ayudó a sanar las heridas que nos causamos?”, insistía Jada mientras seguía grabando al actor.
La posición de Will era clara y le suplicaba parar: “Mi presencia en las redes sociales es mi pan y mantequilla, ¿de acuerdo?. Así que no puedes usarme simplemente para las redes sociales y no, ya sabes, no empieces a rodar. Estoy parado en mi casa. No empieces a rodar. No…”.
La farándula americana recuerda también rumores que corrieron hace unos años sobre una supuesta infidelidad por parte de Jada Pinkett con el rapero August Alsina, amigo de su hijo, que llevaron a Will Smith a ser el centro de mofas y memes por más que su esposa negara tal extremo.
Una semana después del incidente en gala de Premios Óscar, Will Smith ingresó en una clínica de rehabilitación de lujo para poder gestionar todo lo que le está llegando a su vida después de su bofetón al cómico.
El viernes, la academia cinematográfica de Hollywood prohibió al ganador del Óscar como mejor actor por su rol en “King Richard” asistir a los premios o cualquier otro evento de la organización durante 10 años.
Una vida difícil
La actriz Jada Pinkett, que comenzó su carrera en los noventa, ha hablado abiertamente sobre las dificultades de su vida a lo largo de los años.
Pinkett nació en 1971, en Baltimore, Estados Unidos. Su madre era muy joven cuando se quedó embarazada de ella.
“Sabía que mi madre y mi padre tenían una relación muy violenta desde el principio”, dijo Pinkett en 2018 en “Red Table Talk”, programa que comparte con su hija y su madre.
“Ella tiene un par de cicatrices en su cuerpo que yo, de niña era simplemente curiosa, le decía como ‘Oh, mami, ¿qué es eso?’”, continuó.
“Una vez me puso un ojo morado y traté de ocultárselo a mamá, pero ella lo vio”, dijo Adrienne Banfield-Norris, la madre de la actriz, según recogió Entertainment Tonight online. Y también habló del momento en el que dijo basta. “Pero sé cuándo ya es suficiente y tienes que salir de ahí. Y en realidad corrí por mi vida”, contó.
Pinkett se crió en un barrio de Baltimore llamado Park Heights. “Cuando pienso en quién era, viviendo en Baltimore y cuáles eran mis ideas de supervivencia, y el tipo de actividades en las que estaba involucrada a los trece años… Iba a ir a la cárcel o iba a ver una tumba. Esas eran mis dos opciones, porque te quedas atrapada en una mentalidad”, comentó Pinkett a American Way, según se hizo eco la edición estadounidense del Huffington Post.
Allí asistió al Baltimore School for the Arts, cuyos pasillos compartió con el rapero Tupac Shakur, asesinado en 1996, de quien era amiga.
A pesar de las dificultades, Pinkett está agradecida por haber crecido en el lugar en el que lo hizo.
“Cuando veo mi adolescencia y todo lo que ocurrió allí, estoy muy agradecida de la adversidad que pasé porque cuando vine a Los Ángeles fue pan comido”, comentó Pinkett en un vídeo de la iniciativa Makers.
La actriz se mudó a la ciudad para labrarse una carrera en la interpretación tras estudiar un año en la North Carolina School of Arts.
En 1991 llegó su gran oportunidad en la serie “A Different World”, que la dio a conocer. “Realmente me puso en el mapa. Fue el primer papel que tuve que me proporcionó la exposición que me dio las oportunidades de protagonizar películas”, dijo a Entertainment Weekly.
A este título le siguieron otros en los noventa y los dos mil como “Menace II Society”, “The Nutty Professor”, “Return To Paradise”, “Ali”, “The Matrix Reloaded”, “The Matrix Revolutions”, “Collateral” y “The Women”, entre otras. Ya en la segunda década del nuevo milenio, formó parte del reparto de otros proyectos como “Magic Mike XXL”, “Bad Moms” y “Gotham”, entre otros.
También ha participado en la reciente “The Matrix Ressurrections”.
Adicciones
Pinkett ha hablado abiertamente en diferentes ocasiones de las dificultades que ha atravesado y de aspectos de su vida privada, como las adiciones a las que hizo frente.
“Mira, yo también era una borracha violenta, por eso tuve que dejar de beber”, dijo en el episodio, mencionado anteriormente, en el que hablaron de la violencia machista que su padre ejerció sobre su madre.
“Tuve mis propias adicciones que tuve que superar”, dijo en otra cita de su programa. “Me hizo darme cuenta de que gente realmente genial se queda atrapada”, añadió.
“Cuando era más joven, definitivamente creo que tenía algún tipo de adicción al sexo, sí, que todo podía arreglarse con el sexo”, se sinceró la actriz. “Luego me convertí en una adicta al gimnasio”.
En otro momento de su vida, relató, se dio cuenta de tener un problema con el consumo de alcohol.
“Recuerdo haber tocado fondo una vez que estaba sola en casa y tomé dos botellas de vino e iba a por una tercera”, recordó. “Y fue como: ‘Espera. ¿Estás en esta casa sola yendo a por tu tercera botella de vino? Puede que tengas un problema”.
En 2018, Pinkett hizo público que le habían diagnosticado alopecia, caída o pérdida patológica del cabello, una condición altamente estigmatizada en mujeres.
“He estado recibiendo muchas preguntas sobre por qué he estado llevando este turbante. Bueno, he estado teniendo problemas con pérdida de cabello”, reveló entonces Pinkett en su programa.
“Fue aterrador cuando empezó. Estaba en la ducha un día y tenía la mano llena de pelo y fue como ‘Oh, Dios mío, ¿me estoy quedando calva?”, recordó entonces Pinkett. “Willow [su hija] me hizo hacerlo porque era hora de dejarlo ir”, escribió en una foto publicada el año pasado en una red social en la que se mostró con el pelo rapado, que mantiene hasta hoy.
La familia
Pinkett está casada desde diciembre de 1997 con el actor Will Smith, al que conoció cuando hizo una prueba para “The Fresh Prince” en 1994.
En 1998, nació su primer hijo en común, Jaden, segundo para Smith, que tenía otro de una relación anterior. Dos años después, llegó al mundo su hija Willow.
Su relación también ha sido objeto de escrutinio a golpe de rumores de infidelidad, separaciones y sobre la naturaleza de su matrimonio.
En 2013, la actriz escribió un post en una red social que comenzaba con la pregunta ¿matrimonio abierto? “Así es como voy a cambiar mi declaración. Will y yo, ambos, podemos hacer lo que queramos, porque confiamos el uno en el otro para hacerlo. Esto no significa que tengamos una relación abierta, esto significa que tenemos una relación adulta”.
En septiembre de 2021, Smith habló sobre esto en una entrevista con la edición estadounidense de GQ: “Nos hemos dado confianza y libertad el uno al otro, con la creencia de que cada uno tiene que encontrar su propio camino. Y el matrimonio no puede ser una prisión para nosotros”.