Para especialistas en seguridad social los países de la región de América Latina enfrentan muchos retos para alcanzar la universalidad de la protección de las personas, especialmente en materia de pensiones, y uno de los principales es la informalidad laboral, la desigualdad y la pobreza.
A todo esto se suma la necesidad de mejorar la productividad de los trabajadores, tanto en educación, salud y otros programas que disminuyan la desnutrición y eleven la calidad en salud.
Los grandes problemas de la región están de la mano del mercado laboral, con una productividad, “impregnada de informalidad laboral”, expuso el ex ministro de economía y finanzas del Perú, David Tuesta, en un curso especializado en pensiones, impartido por la Universidad de Salamanca, con el apoyo del Colegio Fonseca, y la empresa consultora líder en pensiones en España Novaster, para un selecto grupo de periodistas dominicanos.
Para la secretaria general de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS), Gina Magnolia Riaño Barón, el mayor reto de la seguridad social en la región es la informalidad laboral, la desigualdad y la pobreza, temas que no han permitido que se alcancen las coberturas universales en la seguridad social.
En la región, dijo, solamente cuatro de cada diez trabajadores accede a alguna prestación de la seguridad social.
Además, indicó que aun cuando la pandemia desnudó los problemas de la seguridad social en la región, también ha permitido avanzar en la oportunidades y desde antes se trabaja en varias reformas a fin de lograr los tres ejes de la seguridad social que son la ampliación de las coberturas, la sostenibilidad financiera, la sustentabilidad financiera y la suficiencia de las prestaciones de las pensiones.
Citó como otro de los problemas las brechas salariales de las mujeres con los de los hombres, lo que también se ha trasladado a la seguridad social. Uruguay fue señalado como uno de los países con un sistema de seguridad social sólido y mejor gestionado.
Para Riaño Barón en muchos países hay un gran problema y es que las personas se afilian a los sistemas, pero no cotizan, y muchos otros están en la informalidad y por eso es importante aumentar la cobertura, incluyendo a las Pymes, a los emprendimientos familiares, mediante políticas públicas agresivas que tienen que hacer los gobiernos.
Así como también flexibilizar las barreras de acceso y los procesos en las instituciones y trabajar en crear una cultura previsional.
Recordó que la contribución a la seguridad social cubre salud, pensiones, riesgos laborales y servicios por desempleo, que si no es contributiva, recae en los estados, como el caso de las prestaciones por dependencia, que es una prestación nueva y se aplica en Europa para las personas que no se pueden valer por sí solas y por esto se les envía a alguien a su casa para que le asista.
Otros de los temas que debe llamar la atención es la debilidad en la fiscalidad, porque no permite avanzar en las contribuciones, indicó.
El tema del curso fue: ¿Cómo entender los sistemas de pensiones?. Los desafíos actuales para la economía mundial: progreso técnico, cambio demográfico y el empleo futuro.
Impera una productividad laboral baja
PANORAMA REGIONAL
El ex ministro de economía del Perú, David Tuesta , afirmó que en la práctica hay una gran brecha en el sistema previsional, y radica en que los salarios responden a una productividad laboral que es muy baja. La principal causa de la informalidad es la diferencia entre el nivel de salario y la baja productividad, “versus los requerimientos o derechos que las normativas de los países señalan, hay una brecha”, indicó.
Dijo que esto se ve en los salarios mínimos de las Pymes, ya que hay leyes laborales que reconocen el derecho a un salario mínimo, y lo que cada trabajador produce está en un nivel de 50 y se paga 100, y eso desincentiva.