Educación

Inabie afirma que cumple con la entrega de insumos a las escuelas públicas del país

Víctor Castro, director ejecutivo del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil, Inabie, aclaró que para este año escolar 2023-2024, la entidad ha estado supliendo las diferentes escuelas públicas que funcionan en el territorio nacional.

A través de una misiva dirigida al director de Listín Diario, Miguel Franjul, en atención al editorial “Lo que empieza mal…”, publicado el lunes 05 de este mes, en el que se exponen las diferentes carencias con las que inició el período educativo, Castro indicó que desde Inabie se amplió la cobertura del Programa de Alimentación Escolar (PAE) y han logrado iniciar con la entrega de kits con cuatro meses de antelación al inicio de docencia, lo que atribuyó como “acciones sin precedentes”.

Explicó que con el objetivo de que todos los escolares obtengan su kit, Inabie inició con el proceso de adjudicación para las empresas de producción nacional que trabajan en la confección de estos insumos, invirtiendo en esta propuesta una suma superior a los RD$5,000 millones.

“Por primera vez en la historia, para este año escolar, iniciamos la entrega con cuatro meses de antelación para completar a tiempo los 650,000 kits que se tenían disponibles, los cuales son superiores a cantidades entregadas anteriormente”, se lee en la carta con destino al despacho del director del decano de la prensa.

El editorial en las primeras dos líneas del décimo párrafo expresa que los estudiantes “ni siquiera han disfrutado del desayuno o almuerzo escolar”. A esto Castro respondió que durante el primer día de docencia el PAE cubrió el 95% de los recintos académicos.

“También, queremos reconocer su preocupación por la distribución del desayuno y almuerzo escolar, por lo que informamos que, por primera vez, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) empezó desde el primer día de clases con un alcance superior al 95% en los 6,177 centros educativos que son beneficiarios de esta política de Estado”, escribió el titular de la institución que debe promover los servicios de transporte, nutrición escolar y servicios de salud, apoyo estudiantil en uniformes y útiles escolares, entre otros.

El despliegue de las carencias que expuso el editorial se impulsó luego de que la periodista de este medio Nayeli Reyes, realizara una serie de reportajes que dejan al desnudo las necesidades que poseen los recintos escolares del país.

Texto del editorial “Lo que empieza mal…”

El año escolar ha comenzado tropezando con las mismas piedras del anterior.

Todavía muchas escuelas no están acondicionadas ni aptas para la docencia, a pesar de que mediaron los dos meses de las vacaciones para ocuparse de eso.

Resultado de esa inexplicable demora, miles de escolares han debido quedarse en sus casas tomando “clases virtuales”, hasta que puedan hacerlo de modo presencial.

En otros casos, como el del liceo Germán Martínez Taveras, de Los Ríos, utilizado como plataforma para la apertura del año lectivo, los alumnos acuden por turnos en la semana, uno diferente para cada día.

A este cuadro se agrega el de la falta de suficientes profesores para impartir docencia a una población de 2 millones 604 mil estudiantes, más alta este año que en el anterior.

No todos los estudiantes matriculados están yendo a las aulas o recintos que les corresponden, porque persisten los nudos de los cupos insuficientes.

Aún así, la falla trata de ser enmendada con un remedio que es peor que la enfermedad: metiendo en un aula más alumnos de los que caben en ellas.

Esto contradice las normativas pedagógicas para asegurar una educación eficiente y de calidad.

No todos los estudiantes, que en su inmensa mayoría son pobres o de familias de limitados recursos, han recibido los “kits” con sus útiles de clases.

Y en distintos casos, ni siquiera han disfrutado del desayuno o almuerzo escolar por estas disfunciones, y es ahora cuando están fluyendo unos libros de texto penosamente plagados de errores gramaticales.

Incomprensible esta situación.

Con un ministerio que dispone de un presupuesto de 257,000 millones, estas fallas son totalmente injustificadas.

Ojalá que no tengamos que darle la razón a don Juan Tenorio y su inefable tesis de que “el que mal empieza, mal acaba”.

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