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Héctor Rodríguez busca lograr lo que su padre no pudo

“De tal palo, tal astilla” es una frase que describe cuando un hijo sigue el sendero de su padre, pero en el caso de Héctor Rodríguez y su progenitor, la astilla no solo heredó, sino que perfeccionó el camino.

Ambos comparten el mismo nombre, pero Héctor Rodríguez, padre, sin saber que su hijo seguiría sus pasos, le dio más que una identidad al nacer: le entregó, como una profecía, su propia pasión.

En cada letra del nombre que comparten, incluyó también el deseo de que el béisbol no solo fuera un oficio, sino un sueño compartido.

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Veinte años después, el hijo no solo honra el legado de su padre, sino que lo usa como motor para perseguir una meta más importante: llegar a las Grandes Ligas y mejorar la precaria situación económica de la familia.

“Aprendí a jugar pelota por mi papá, él era el que me enseñaba desde chiquito, y siempre ha sido mi mayor ejemplo. Él me motivó a jugar este deporte, y por eso cada vez que me paro en la caja de bateo es queriendo hacerlo bien, para que él se sienta orgulloso de mí”, dijo Rodríguez al Listín Diario.

Su progenitor firmó por muy poco dinero con los Padres de San Diego, sin embargo no pudo llegar siquiera a jugar en el béisbol organizado.

Para Rodríguez hijo, que su padre no llegase a jugar en Las Menores es una motivación, ya que todos los días usa eso como combustible para llegar ser mejor, con miras a llegar a Las Mayores, y poder decirle a su padre: “lo hicimos”.

Un diamante en bruto

Por la Liga Dominicana de Béisbol han pasado jugadores que hoy son miembros del Salón de la Fama de Cooperstown, pero aquí no pudieron ser ni la sombra de lo que después vieron, pero Rodríguez, a los 19 años de edad, “se echó Lidom en un bolsillo”.

En la temporada 2023-24 ganó el premio Novato del Año, luego de una destacadísima temporada con los Leones del Escogido, y en la actual campaña, solo ha necesitado ocho partidos para demostrar que lo que hizo en la estación pasada no fue fortuito.

Rodríguez define esa gran capacidad de batear como una virtud dada por Dios, de la que está agradecido, pero no confiado.

La clave está en nunca dejar de trabajar. Cuando uno está haciendo las cosas bien, ahí es que hay que seguir entrenando, practicando las rutinas, y no descuidarse, eso es lo que provoca que uno siga cada vez mejor”, sostuvo el enfocado joven.

El jardinero y bateador zurdo pertenece a los Rojos de Cincinnati, y el 2024 jugando para la filial de Clase A+ con los Dayton Dragons, bateó .274, con 12 jonrones y 61 remolcadas en 125 juegos.

En cuatro temporadas que tiene de por vida en Las Menores, Rodríguez acumula promedio de .294, y un OBP de .337, por lo que con apenas 20 años de edad, y todo lo que ha demostrado que puede hacer con el bate, es solo cuestión de tiempo para verlo brillar en Grandes Ligas junto a sus compatriotas Elly De La Cruz, Jeimer Candelario y Noelvi Marte.

Recibe elogios en Leones

Albert Pujols

El mánager de los Leones del Escogido describe a Rodríguez como un pelotero sumamente especial, que no surgen “todos los días”.

“Héctor es de esos peloteros que tú sabes que estás dirigiendo a prodigio. Para mí es un honor ser su mánager”.

Jorge Mejía

El instructor de bateo de la escuadra escarlata está seguro de que Rodríguez es un diamante en bruto.

“Ya él demostró el año pasado lo que puede hacer, y esta temporada está consolidando que es una estrella del bateo”.

Jimmy Paredes

El capitán del equipo definió al jovencito como uno de los mejores bates que tiene actualmente la Liga Dominicana de Béisbol.

“Ese muchacho tiene un bate especial, de los mejores que tiene la liga ahora mismo, y eso, que ahora es qu está prácticamente comenzando su carrera.

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