AP
México
La Guardia Nacional de México tiene a partir del jueves una nueva labor: vigilar el metro de la capital tras una serie de accidentes recientes.
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, anunció que se desplegarían 6.060 agentes para vigilar la extensa red de metro debido a que “han venido ocurriendo en los últimos meses episodios que nosotros catalogamos como fuera de lo normal”.
Sheinbaum pareció sugerir, aunque no lo dijo, que podría tratarse de algún tipo de sabotaje. Según explicó, pidió ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador para controlar la situación y el mandatario estuvo de acuerdo.
“Lo que queremos es que no haya psicosis”, dijo López Obrador. “Que encima de todos los problemas cotidianos… (los ciudadanos) Tengan la preocupación de algún accidente en el Metro y que pueda ser provocado”.
Los oficiales de la Guardia Nacional, el cuerpo estrella creado en esta administración y que está bajo las órdenes del ejército, vigilarán las estaciones de metro y “algunas otras instalaciones” en el sistema de transporte “durante algunos meses”, agregó Sheinbaum.
La alcaldesa es una de las aspirantes a ser candidata presidencial en 2024 por el partido oficialista Morena y, al igual que el mandatario, a menudo ha denunciado una guerra sucia contra ella por parte de sus críticos.
Pero no está claro cómo elementos militares podrán resolver un problema que, según los trabajadores del metro, es fundamentalmente técnico, como han demostrado accidentes recurrentes en la extensa red que tiene 226,5 kilómetros de vías con 195 estaciones y da servicio a una media de 4,6 millones de pasajeros al día.
“Es política la decision”, señaló Mario Alberto Hernández, un jefe de estación que lleva 31 años trabajando en el metro. Según explicó, faltan repuestos o son viejos y los mecánicos “andan tomando (piezas) de trenes que son cascajos para sacar refracciones”.
La medida alimentó la polémica por el creciente poder que ha dado este gobierno a los militares, que ahora se encargan desde la lucha contra el narcotráfico a la construcción de grandes infraestructuras, la gestión de las aduanas o el cultivo de árboles.
Colectivos de derechos humanos tanto nacionales como internacionales exteriorizaron el jueves su preocupación por lo que consideraron un ejemplo más de militarización. El Centro Agustín Pro Juárez recordó que “es patente que esta corporación reproduce las inercias castrenses de opacidad y uso excesivo de la fuerza” y por ello pidió “que se activen mecanismos extraordinarios de supervisión” a dicho cuerpo.
“Vamos a tener vigilancia y si a eso le llaman militarización… Asumimos la responsabilidad”, advirtió el mandatario por la mañana anticipándose a las críticas.
El último accidente en el metro se produjo el sábado cuando dos trenes chocaron en un tramo entre estaciones matando a una persona e hiriendo a decenas más. Los medios de comunicación locales informaron que anteriormente había habido problemas de señalización en ese tramo de la vía.
En mayo de 2021, una sección elevada del metro se derrumbó causando 26 muertos y casi 100 heridos. Una investigación atribuyó el fallo a deficiencias en el proceso de construcción y 10 exfuncionarios han sido acusados de homicidio involuntario, lesiones y daños a la propiedad, pero ninguno ha sido encarcelado.
En el pasado, se han achacado los problemas a las malas soldaduras, la falta de mantenimiento, anticuados sistemas electrónicos, frecuentes terremotos y el suelo blando de la ciudad, pero nunca antes se había hablado de sabotajes.
Sin embargo, en los últimos días Sheinbaum dijo que se habían encontrado tres problemas “no normales” en vagones o vías de metro, incluido el fallo de un neumático “que acababa de ser inspeccionado”. Los vagones de metro de la ciudad funcionan tanto con neumáticos como con raíles.
Según la jefa de gobierno, el metro “tiene presupuesto y si es necesario habrá más a partir de un diagnóstico integral que ya está en curso”.
El metro de Ciudad de México es uno de los más baratos del mundo, cuesta unos 25 centavos de dólar y las denuncias de falta de presupuesto han estado presentes con distintas administraciones.
Carteles pegados en muchas estaciones con la firma de un sindicato de trabajadores denuncian la “carencia de herramientas y refacciones” necesarias para brindar a la ciudadanía “un transporte eficiente y seguro”.
En 2021, un incendio en el anticuado centro de control de la red de metro mató a una persona y envió a otras 32 al hospital, además de dejar sin servicio a la mitad de las líneas de metro de la ciudad de 9 millones de habitantes. Parte de la tecnología del centro de control parecía ser un equipo analógico de los años setenta.
“El apoyo al Metro no se ve”, explicó otro jefe de estación, Juan Carlos Hernández González tras recibir a primera hora de la tarde a los dos guardias nacionales que iban a estar destinados en su ubicación.
Los agentes se desplegaron sin armas y mayoritariamente paseaban por los andenes en lo que ellos mismo calificaron de labores “de disuasión” de presuntos criminales.
Pero el jefe de estación insistía en que el problema no está en los andenes sino en los trenes. “Los conductores se suben a los trenes y piden a Dios no tener problemas”.
Entre los usuarios, vieran mal o bien el despliegue, cundía el escepticismo sobre sus beneficios.
A Isabel Mendoza no le pareció mal que estuvieran los uniformados y confió en que pueda mejorar la seguridad pero dijo que las autoridades “deberían ocuparse más de arreglar desperfectos porque lamentablemente tiene que pasar algo para que le den seguimiento a las líneas”.
Tarcisio Montaño, un trabajador de mantenimiento de edificios que generalmente apoya a López Obrador consideró que algunas de las críticas son un intento de “desprestigiar” al gobierno pero reconoció que el sistema carece de fondos y que no funciona adecuadamente. ”¿Adónde va todo el dinero de los boletos?”, se preguntó.
Tampoco vio necesidad de la Guardia Nacional. “Están para defender al país, no para que te cuiden el metro”.
La Guardia Nacional cuenta con una fuerza operativa de unos 106.000 agentes en todo el país. Con el despliegue anunciado el jueves, habría más agentes asignados al metro de Ciudad de México que a 29 de los 32 estados mexicanos, algunos de ellos altamente violentos.
Lilly Téllez, senadora del opositor Partido Acción Nacional, resumía en sus redes sociales el malestar de parte de la ciudadanía al lamentar que el metro de la capital vaya a tener más elementos “que el estado de Sonora, que arde en violencia” solo “para satisfacer una paranoia sobre sabotajes”.