El gobierno ha redoblado su ofensiva contra la migración irregular haitiana.
En un discurso de poco más de 16 minutos, el presidente Luis Abinader endureció ayer su postura frente al creciente flujo de haitianos indocumentados en el país, al anunciar 15 medidas “firmes” orientadas, principalmente, a reforzar el control migratorio y la seguridad fronteriza.
El jefe del Estado dijo que se ampliará la capacidad de supervisión de las tres brigadas fronterizas en seis áreas operativas.
También se reforzará la vigilancia fronteriza con 1,500 soldados adicionales, que se suman a los 9,500 que ya prestan servicio, para un total de 11,000 soldados.
“Esto enviará un mensaje claro e innegociable: las bandas criminales haitianas no encontrarán refugio en nuestra tierra. La violencia que destruye a Haití no cruzará a la República Dominicana”, dijo Abinader.

El gobierno acelerará la construcción del muro fronterizo, para levantar 13 kilómetros adicionales de los 54 km ya construidos.
El Poder Ejecutivo depositará la próxima semana en el Congreso Nacional un anteproyecto de reforma del marco legal migratorio existente, que “debe ser conocido con carácter de urgencia”, para el endurecimiento de las sanciones para todo aquel, sin excepciones, que facilite o participe en el ingreso de inmigrantes indocumentados.
Al recordar que desde hace casi dos años los consulados dominicanos en Haití no emiten visas, Abinader dijo que se incorporará 750 nuevos agentes migratorios y continuarán con la instalación de oficinas de control migratorio en todas las provincias.
“Recomendamos a aquellos que se encuentren en nuestro territorio en condición irregular deberán marcharse voluntariamente o serán buscados y repatriados”, instó.
La política de mano dura también ha incluido los mercados binacionales. A partir de ahora, el gobierno modificará el reglamento de operación de los mercados para asegurar que sea una puerta abierta al comercio, y no para migración irregular.
“La apertura de los mercados binacionales ha sido, por años, un puente para el comercio; pero también ha permitido que algunos crucen no para intercambiar bienes, sino con la intención de quedarse en nuestro territorio al margen de la ley”, señaló Abinader.
“Es hora de fortalecer las reglas que rigen estos intercambios, garantizando que el comercio siga fluyendo, pero con el orden y la seguridad que nuestra soberanía exige”.
El mandatario le ha sugerido a la Procuraduría General de la República crear la ‘Procuraduría Especializada en Asuntos Migratorios’, con un objetivo claro: garantizar la investigación y persecución que conduzcan a condenas de todos los delitos y explotación vinculada a la migración irregular.
“Este es un problema que requiere de la cooperación de todos”, subrayó, para anunciar lo que sería la novena medida: se solicitará la colaboración de los gobiernos locales para ampliar la eficiencia de las repatriaciones en todo el país.
También instruyó la creación de un ‘Observatorio Ciudadano Sobre el Funcionamiento de la Política Migratoria’, para supervisar cumplimiento y proponer correctivos desde la sociedad civil. Este observatorio, que operará con absoluta autonomía e independencia, será coordinado por el periodista y director de Listín Diario, Miguel Franjul.
Una de las situaciones más señaladas por sectores de la sociedad civil ha sido la atención médica que reciben miles de haitianos, principalmente parturientas, en los hospitales dominicanos.
Para controlar esa afluencia, el gobierno establecerá un protocolo —que deberá aplicarse el 21 de abril—, para obligar al personal de los hospitales exigir requisitos como: identificación, carta de trabajo en el país y prueba domiciliaria, según Abinader.
“Se acordará una tarifa para todos los servicios brindados. En el caso de no cumplir con ninguno de estos requisitos el paciente será atendido y, una vez recuperado, repatriado inmediatamente. Se establecerá un agente migratorio en cada hospital para garantizar el cumplimiento de este protocolo”, explicó.
“Los derechos de los dominicanos no serán desplazados. Nuestra identidad no será diluida. Nuestra generosidad no será aprovechada. Aquí la solidaridad tiene límites”.
Abinader dijo que ya es momento de ordenar la presencia de trabajadores indocumentados en sectores que impulsan la economía del país. Para ello, se comenzará por estudiar la normativa migratoria ante la crisis haitiana. Una comisión ejecutará esa medida y será atendida por Milton Ray Guevara, expresidente del Tribunal Constitucional.
El Ejecutivo impulsará en la discusión salarial tripartita la ‘dominicanización’ del empleo, para promover un aumento de un 20% en las zonas francas y de un 30% en el sector turístico.
La que sería la décimo cuarta medida tiene que ver con garantizar que los beneficiarios del programa Supérate puedan incorporarse al trabajo en el sector construcción y agrícola, para reemplazar la mano de obra extranjera, dijo el gobernante.
“Por demasiado tiempo, la agricultura y la construcción, han dependido de la mano de obra ilegal. La producción del campo y la construcción de nuestras ciudades no pueden seguir dependiendo solo del trabajo manual que incentiva la migración irregular”, dijo.
“Debemos continuar cambiando esa realidad, acelerando el proceso de mecanización agrícola e incorporando técnicas de construcción de baja intensidad de uso de mano de obra”.
El fondo administrado por el Banco Nacional de Desarrollo y Exportaciones (Bandex) será ampliado para facilitar a las asociaciones y cooperativas de productores los recursos de su transformación tecnológica.
“El sector privado de la construcción y el agrícola debe pactar con el gobierno su industrialización y mecanización, en un período tiempo prudente de tiempo”, exhortó Abinader, siendo esa la última medida.
La hora “oscura” de Haití
Abinader afirmó que Haití atraviesa la “hora más oscura de su historia, por múltiples crisis”. Dijo que la peor crisis ha sido la de “abandono”, causada por la actitud “irresponsable” de la comunidad internacional.
“Durante demasiado tiempo, las advertencias fueron ignoradas. La frontera se mantuvo vulnerable. Las leyes no se hicieron cumplir. Se permitió que el problema creciera sin respuestas, sin soluciones, sin liderazgo”, dijo el jefe del Estado.
“Eso terminó conmigo. Porque liderar es asumir el costo de hacer lo correcto cuando es más fácil mirar hacia otro lado”.