República Dominicana ha acusado formalmente a Haití de violar el artículo 10 del Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, al respaldar la construcción de un canal para el trasvase de agua del rio Masacre, sin consultar con la parte dominicana.
En un comunicado publicado ayer de tarde, las autoridades afirman que Haití “nunca ha comunicado oficialmente al gobierno dominicano las informaciones técnicas que permitan establecer los objetivos, beneficiarios o impacto del proyecto”.
Sostiene que, en virtud de los riesgos que implica ese canal, “era obligación del gobierno haitiano compartir con el gobierno dominicano todas las informaciones sobre el proyecto de construcción”.
El gobierno haitiano, que ahora respalda esta construcción, nunca ha comunicado oficialmente al gobierno dominicano las informaciones técnicas que permitan establecer los objetivos, beneficiarios o impacto del proyecto.
“La Comunidad Internacional debe entender que la cuestión fronteriza es sin duda el tema de Estado que más atención reclama a todos los gobernantes”, apunta la declaración.
CONSERVACIÓN DE FRONTERA
Y agrega que el presidente Luis Abinader se ocupa en conservar la frontera que sus antecesores se preocuparon en definir, y el objeto de su ocupación “no es solo la conservación de la frontera como límite geográfico de la nación, sino su preservación como activo medioambiental y económico”.
“El río Dajabón es nuestra frontera geográfica norte, pero es importante también como frontera ecológica y económica” ,apunta, resultando que “la razón de reiterar la demanda de paralizar la construcción del canal de trasvase es el riesgo medioambiental y económico que representa”.
Advierte que la desviación del cauce natural del río dejaría sin fuente de agua a Laguna Saladillo, lo que significaría la desaparición de una rica biodiversidad de flora y fauna declaradas de importancia internacional.
“La falta de agua también representaría la desaparición de las actividades agropecuarias en miles de tareas de tierra a ambos lados de la frontera”, añade.
AMENAZA PARA HABITANTES
También dice que a este se agrega las inundaciones por la crecida del río, que amenazaría la vida de los habitantes de Dajabón y Juana Méndez.
Ante estos riesgos, precisa, “era obligación del gobierno haitiano compartir con el gobierno dominicano todas las informaciones sobre el proyecto de construcción, pero nunca lo hizo.
Esto representa, afirma, “una clara violación al artículo 10 del Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, que indica los Estados “se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas”.
“Las autoridades haitianas invocan su derecho a ‘utilizar el río de manera justa y equitativa’, pero olvidan que este uso equitativo obliga a proteger de posibles daños a ambos Estados”, expone.
Queda demostrado, apunta el comunicado, que este proyecto es “altamente perjudicial tanto para los dominicanos como para los haitianos”.
Finalmente, establece que el gobierno dominicano mantiene su posición de que “la detención inmediata de la construcción unilateral del canal de trasvase es la única condición para arribar a una solución conforme al derecho internacional”.
HAITÍ: “NO HAY MARCHA ATRÁS”
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, reiteró ayer lunes que no se dará marcha atrás en la construcción del Canal en el río Masacre, haciendo énfasis nueva vez en que “las autoridades dominicanas deben de reconocer el derecho que tiene Haití de explotar los recursos hídricos binacionales”.
Henry abogó por el diálogo entre ambos países, posición que el gobierno dominicano ha mantenido desde el día uno, pero con la condición de que se paralice la construcción del canal que viola el tratado de paz firmado en 1929.
Durante su discurso en la Asamblea General de la ONU la semana pasada, Henry indicó que apuesta a la reivindicación de un reparto equitativo de los recursos del río Masacre y que se respeten los acuerdos internacionales firmados por las dos naciones en cuanto a la zona fronteriza y sus recursos hídricos.
LA FRONTERA “NO SERÁ LA MISMA”
“Yo sí les voy a decir algo, y se lo voy a decir desde ahora, la frontera dominicana nunca va a ser la misma. Nunca va a ser la misma a partir de estos hechos y también de situaciones que van a venir en ese país”, dijo ayer el presidente Luis Abinader, al responder una pregunta ante periodistas de varios medios comunicación, respecto a si serían relajadas las medidas a Haití por la construcción de un canal en el río Masacre.
Las declaraciones del mandatario se producen justo cuando el primer ministro de Haití, Ariel Henry, pidiera a la República Dominicana reconocer el derecho de esa nación de utilizar los recursos hidráulicos del río que marca la división terrestre de ambos países, y a retornar al diálogo.
Acerca del cambio de posición del Gobierno haitiano, el presidente, quien había comunicado que la construcción del canal era algo clandestino y no oficial, señaló que ellos están actuando “buscando lo mejor para su gente. Abinader resaltó que el país siempre ha sido “respetuoso” de los acuerdos bilaterales, incluyendo el de 1929 que, por esa razón la toma de Altibonito, el río principal de Haití, solamente se diseñó y se construirá para generación de electricidad y no se piensa retener agua.
ABIERTO AL DIÁLOGO
Abinader manifestó que su Gobierno se mantiene “abierto al diálogo” con Haití pero reiteró la posición de que para ello se debe detener la obra.
En el encuentro con los medios de comunicación, el mandatario señaló que se espera que en las próximas semanas ya el canal de La Vigía empezará a tomar agua desde el río que marca la división terrestre de ambas naciones y que será entonces en qué de pensará en “flexibilizar” algunas de las medidas”.