Internacionales

Feminicidios, un mal difícil de controlar

AFP

Madrid, España

Un reciente repunte de los asesinatos machistas en España volvió a poner el foco sobre esta “tragedia social” que el país, a menudo visto como modelo en la lucha contra la violencia de género, no logra atajar.

Hace once años, Esther logró sobrevivir en Galicia (noroeste). “Hubo un montón de cosas por el camino que no supe ver”, lamenta esta mujer de 30 años, que declina dar su apellido. “La violencia psicológica (…) la tenemos bastante blanqueada y muy normalizada”, deplora.

Un día, su pareja “intentó tirar[la] por un balcón”. Salvada por una vecina, denunció a su pareja, acompañada por un familiar que le abrió los ojos y le hizo ver las señales que obvió: su creciente aislamiento, las críticas a su forma de vestir, las noches en que fue obligada a dormir en el suelo.

Pero, con todo, se considera “superviviente” y no víctima. “Las víctimas son las que ya no están aquí para contarlo”, señala.

En diciembre, once mujeres fueron asesinadas por su pareja o expareja en España, según cifras oficiales. El mes más mortífero desde 2008. En enero, fueron siete los feminicidios.

Una “tragedia social”, en palabras del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. “Esto no es un tema privado, como se entendía antiguamente”, subrayó a finales de diciembre.

Ocho años

En una oficina anónima de paredes moradas, una docena de operadoras atienden llamadas por posible violencia de género.

“016, buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? Vale, tranquila. ¿Está aquí al lado con usted ahora mismo?”

En servicio desde hace 15 años, el número superó las 102,000 llamadas en 2022, un récord.

El 016 “es el primer paso para salir de una situación de violencia (…) No se trata de convencer a nadie, pero de explicarle lo que se ofrece, informarle sobre las posibilidades que tiene porque las consecuencias (…) las enfrenta ella”, explica su coordinadora general, Susana Gálvez.

Pese a la voluntad de las autoridades en este país que desde hace veinte años prioriza la lucha contra la violencia de género, las víctimas tardan una media de 8 años y 8 meses en denunciar, y entre 12 a 20 años en el ámbito rural, según Teresa Peramato, fiscal general a cargo de la violencia contra la mujer.

“Muchas veces ellas son las primeras que no detectan que están sufriendo violencia”.  informa Peramato.

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