60 años han transcurrido sin que otro hecho quede guardado para Fafa Taveras como lo fue el asalto a la Fortaleza Ozama, el 30 de abril de 1965, en el desarrollo de la revolución que buscaba reponer en el poder a Juan Bosch.
A seis días de haber iniciado las acciones revolucionarias, Rafael Francisco Taveras Rosario “Fafa” como miembro del Movimiento 14 de Junio, asumió un papel relevante como uno de los líderes de la agrupación junto a Juan Miguel Román.
Por instrucciones del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, Fafa sabía dos días antes del próximo desafío, la toma de la fortaleza, donde se encontraba la mayor cantidad de armas y municiones para abastecer a los combatientes de la revolución.
“Francis y yo quedamos de vernos y me dijo ‘hay un desafío, tenemos que tomar la Fortaleza Ozama, que era un centro policial y el Cuartel General de la Policía, en el cuartel se han comunicado conmigo y me han dicho que no me van a hacer resistencia, pero en la Fortaleza hay que prepararse”, contó Taveras al ser entrevistado por periodistas de Listín Diario.
Lo siguiente fue reunirse con Caamaño el 28 de abril, día en que marines norteamericanos aterrizaron en el país bajo el alegato de movilizar a sus ciudadanos a una zona segura ante los disturbios que afectaban la capital, así como proteger su embajada.
Con esto, adelantaron la organización del asalto coordinado por el coronel Juan María Lora Fernández, quien llegó hasta el punto de encuentro con un tanque y un militar prisionero del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas prisionero (CEFA), que sería el artillero para atacar el fuerte.
“El artillero salió huyendo y dejó el tanque vacío y yo dije ‘no se preocupen, que yo soy artillero’ y ahí ellos se sorprendieron, porque no sabían, porque el viaje a Cuba no era público, pero eso yo lo había aprendido en Cuba. Me enseñaron a manejar un helicóptero y artillero de tanque y a manejar todas las armas”, dijo.
Y es que Fafa recién había regresado de Cuba, un viaje que se extendió por más de 12 meses, en el que se formó en guerra de guerrillas y aun siendo civil, aprendió sobre el manejo de armas.
Don Fafa aún recuerda esa acción que surgió de la casualidad como la más importante de su vida, por las repercusiones positivas que provocó en la gesta.
“Fue el día más importante de mi vida, porque cuando yo entré a ese tanque y los jóvenes que me acompañaban vieron el primer disparo que hice se pusieron locos, se montaron en el tanque incluso… Por la insistencia de los disparos los militares levantaron la bandera blanca y se rindieron porque estaban cercados”, manifestó.
En esta operación hicieron la mayor acumulación de armas, aunque Fafa no recuerda con exactitud la cantidad total, recopiló para su comando cerca de 180 armas, dentro de las que se cuentan 23 fusiles.
“Esa acción de la Fortaleza Ozama fue una acción inolvidable porque las experiencias que uno tuvo ahí no eran pajas de coco”, recordó al tiempo de hacer referencia a otras responsabilidades asignadas por el coronel Caamaño, como fue el cuidado de las aduanas y el liderazgo del izquierdista 14 de junio.