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“Esperando que el agua suba para correr”; afirma la gente ante las lluvias que inundan la capital

El comienzo de la temporada ciclónica ha desperdigado, entre la población de los sectores del Gran Santo Domingo, una mezcla homogénea entre un intenso pavor por las consecuencias negativas de las constantes lluvias que se esperan y la sensación de costumbre escondida detrás de un: “No es nada que ya no conozcamos”.

La realidad, para cientos de familias apostadas a la ribera de distintos caudales en la ciudad, o encima de cañadas, es triste desde la perspectiva de quien mira de lejos, y desesperante desde la propia, considerando que han echado sus raíces en lugares que los hacen vulnerables y que, según cuentan, no gozan de la gracia de las autoridades.

“¿Qué cómo esperamos la temporada ciclónica? Normal, mija, tranquilos, esperando que el agua suba para correr”, contó con una risa irónica Bartolo Morillo en La Lila, Los Tres Brazos, Santo Domingo Este, donde ni bien arrancados los aguaceros pregonados desde el primero de junio, hay lugares inundados.

En esa área específica de La Lila, el panorama está permeado por grandes baches consecutivos en la calle que, tras las lluvias de la noche del domingo, ayer lunes, cuando periodistas del Listín Diario recorrieron el lugar, era visible cómo dificultaba el paso vehicular, pero especialmente el de a pie.

La escena de dos niños, no mayores de 10 y 8 años, fue protagonista mientras, con sus uniformes escolares, aparentemente al regresar del recinto educativo, intentaban cruzar un charco sin mojarse en el proceso.

“Eso es lo que se vive todos los días aquí, desde que cae una gota. Ese negocio del frente (señaló una barbería) se llena de agua, también ese colmado desde que se nubla tiene que cerrar, bueno sería que ustedes lo vieran”, indicó con indignación Perla Amador, quien además narró que en más de una ocasión han solicitado la intervención del ayuntamiento, que no han hecho más que hacerse de oídos sordos.

PREPARADOS PARA LAS PÉRDIDAS

“Nos preocupa, pero aquí es donde están nuestros ranchitos, aquí es que uno tiene algo. ¿Para dónde nos vamos a ir?”, indicó Ogando Peña, en Los Mina, en la cercanía del río Ozama, quien con 30 años a la orilla de las aguas ha perdido neveras, estufas, camas y otros enseres del hogar.

Peña no es el único, por su residencia la gran mayoría ha pasado por lo mismo y mantienen esa filosofía. Igual pasa en Canta la Rana, en el barrio Puerto Rico, también en SDE, y en Guajimía, en la zona oeste de Santo Domingo.

“Desde que el cielo anuncia que va a llover nos mantenemos precavidos, aquí estamos rodeados de cañadas, y si no sube una, se desborda la otra”, aseguró Alba Berigüete, en Guajimía, al relatar cómo ella y su familia se ven obligados a salvaguardar sus objetos más preciados en la residencia de encima cuando la caída de agua no parece cesar.

LA BASURA PONE EN JAQUE

Lo que provoca la acumulación de basura, que dificulta el trabajo de los desagües e incluso tapa la ruta de algunas cañadas, es una de las principales preocupaciones de la población.

En el caso de Santo Domingo Este, el alcalde Dio Astacio ha instalado en distintas intersecciones y sectores furgones para el depósito de desechos que poco a poco han ido surtiendo resultados.

“Se ve más limpio el barrio, pero la gente poco a poco tiene que ir acostumbrándose, porque mira, pusieron ese furgón ahí, pero hay gente que como quiera viene y la deja una esquina antes porque no tiene la costumbre”, señaló Mariel Mejía, en Los Tres Brazos, con la petición al ayuntamiento de colocar en la calle principal a un policía municipal.

ALCALDES INTERVIENEN

Para los próximos días, ya los organismos de socorro han avisado de la presencia de distintos fenómenos que provocarán aguaceros en el país, entendiéndose que estas fechas la región es más vulnerable a los mismos que durante el resto del año.

Desde antes, las autoridades municipales avisaron el inicio de ciertos proyectos y jornadas de limpieza, como mecanismo de prevención contra inundaciones en diferentes lugares, además de que se han pronunciado a favor de la conciencia ciudadana contra la tirada de basura en las calles, realizando llamados y campañas de concientización.

El alcalde de SDE ha puesto en marcha desde el pasado miércoles una campaña intensiva de limpieza de imbornales y filtrantes en todo el municipio.

Según Astacio, contrataron los servicios de la Asociación de Conductores de Pozos Filtrantes para destapar al menos 1,000 filtrantes en toda la ciudad, priorizando los puntos más críticos y trabajando de la mano con las juntas de vecinos.

El Ayuntamiento del Distrito Nacional también da atención constante a los imbornales y filtrantes para prevenir situaciones y daños, y precisamente para la época se han preparado.

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