El 30 de noviembre de 1979, tras un acuerdo bilateral, los presidentes de República Dominicana y Haití se reunieron para inaugurar una obra sobre un afluente fronterizo, similar al que actualmente es objeto de conflicto por el canal para desviar las aguas del río Masacre.
Buscando mutuo beneficio, el 1 de enero de 1978, los cancilleres Ramón Emilio Jiménez hijo (RD) y Edner Brutus (Haití), firmaron un convenio que permitiría la construcción de un “Dique Derivador Internacional” sobre el río Pedernales.
La ubicación de esta infraestructura, en el afluente que se sitúa en la provincia de su mismo nombre, estuvo comprendida “entre el borne 306 y la boca toma del canal haitiano, donde exactamente lo determinó la comisión conjunta de supervisión”.
En ese momento, la obra tuvo un valor de RD$214,368, equivalentes a 535,920 gourdes haitianos. Las obra fue financiada por ambas partes aportando cada una un 50% del costo total. El acuerdo estuvo suscrito por los fenecidos mandatarios de ambas naciones, Antonio Guzmán (1978-1982) y Jean Claude Duvalier.
Búsqueda de equidad
Este buscó la repartición igualitaria de las aguas para que los habitantes de la región de Pedernales y la comuna haitiana Anse-Á-Pitre, que colinda con territorio dominicano, aprovechasen el recurso de una manera equitaviva, lo que ha perdurado hasta la actualidad.
Fue así como el río Pedernales quedó dividido mediante este dique, que según lo establecido, aporta 0.25 metros cúbicos por segundo del caudal derivado para cada país.
Los residentes en Pedernales y Anse-A-Pitre fueron testigos de aquel acuerdo.
Readecuación
En abril 14 del año que discurre, la Comisión Mixta Bilateral Dominicano Haitiana informó sobre el estudio de un proyecto de adecuación del río Pedernales y la limpieza de su dique derivador. Esto se hizo buscando aumentar la capacidad de conducción de agua por el cauce del río Pedernales, ubicado en la provincia del mismo nombre.