La historia dominicana es una historia viva, debido a que existe el peligro latente de que la República pueda volver en cualquier momento a un estado igual al que vivía antes de proclamar la independencia.
Así lo expresa el Lic. Manuel Núñez Asencio, historiador dominicano, en entrevista ofrecia al programa DemocraciaTV, dirigido por el Dr. Deomedes Olivares.
Núñez Asencio agrega además que el patriotismo en República Dominicana no puede tener descanso, ya que contamos con una frontera intrainsular, y el equilibrio en cuanto a cultura, lenguas, poblaciones, no se puede romper, pues se perdería el sentido inicial de nuestra vida Republicana.
La primera de las misiones de las altas figuras dominicanas, debe ser perpetuar los resultados de la lucha independentista y batallar con la constante amenaza que supone la pérdida de los logros alcanzados en este sentido por parte de la Republica Dominicana.
Sobre las batallas post independencia
El Licenciado Manuel Núñez Asencio, ofreció un recuento de lo que significó las batallas del 19 y 30 de marzo, y su incidencia en la historia.
La batalla del 19 de marzo o batalla de Azua fue la primera gran batalla en defensa de la República Dominicana y se libró el 19 de marzo de 1844. Una fuerza de 2500 soldados dominicanos que fueron reclutados para enfrentarse con el ejército haitiano, una parte del ejército del sur, estaba dirigido por el general Pedro Santana, derrotaron a 10 000 soldados del ejército de Haití encabezados por el General Souffrant.
Luego de declarada la independencia dominicana, el presidente haitiano Charles Hérard organizó su ejército con 30 000 hombres. Dicho ejército fue dividido en tres flancos para entrar en la nación recién proclamada. El primero estaba al mando del general Pierrot con 10 000 hombres, que entrarían por el norte. El segundo estaba dirigido por el propio Hérard y pretendía tomar Azua y San Juan de la Maguana, y el tercero, dirigido por Souffrand, debía entrar por Neiba. En la que atacaran el 19 de marzo.
Y luego la batalla del 30 de marzo o batalla de Santiago que fue la segunda batalla posterior a la Guerra de la Independencia Dominicana y se libró el 30 de marzo de 1844, en Santiago.
El Haití de aquel entonces
Fueron 3 los factores principales que hicieron creer a los dominicanos que la independencia en 1844 era solo sostenible a través de la anexión a otra nación, que resultara superior al enemigo colosal que en ese tiempo suponía ser Haití.
-El Factor Económico
-La Superioridad militar
-El factor demográfico
Todo lo anterior pone de manifiesto que el desarrollo económico dominicano era sumamente limitado en el período que va desde 1822 hasta 1856, fecha en que cesan los reiterados intentos de ocupación de Haití hacia nuestro país, a causa de las derrotas sufridas por el ejército haitiano en las batallas Fuente de Rodeo, las Cabezas de las Marías, Las Hicoteas, 19 de Marzo, 30 de Marzo, el Memiso, Tortuguero, Toma de la Fortaleza de Cachimán, La Estrelleta, Beller, El Número, Las Carreras, L´Anse a Pitre y Sale Trou, Petite Riviere, Dame Marie y Le Cayé, Santomé, Cambronal, Las Matas, Sabana Mula, Sabana Larga y Jácuba.
La independencia que conocemos
El 9 de febrero de 1822 se produjo la invasión Haití en República Dominicana.
Manuel Núñez contó como las fuerzas militares de Haití dirigidas por Jean Pierre Boyer ocuparon la parte este de la isla a nueve semanas de José Núñez de Cáceres declarar la independencia del Estado Independiente del Haití Español, el primero de diciembre de 1821, período conocido en la historia dominicana como Independencia Efímera.
Los haitianos, adoptaron medidas para garantizar la unificación de la isla, como fue declarar una Constitución que proclamaba como única e indivisible la isla, lo que inició el descontento en la parte dominicana.
Las imposiciones del gobierno de Boyer iniciaron las revueltas contra el gobierno haitiano.
Finalmente, después de 22 años de dominio haitiano, la madrugada del 27 de febrero de 1844, fue proclamada, en la puerta de la Misericordia, la separación de Haití.
