Este año, el Vaticano ha colaborado con el artista callejero, Mauro Pallotta (conocido como Maupal) para ilustrar el mensaje de Cuaresma 2024 del Papa Francisco, titulado «A través del desierto Dios nos guía a la libertad». Maupal, reconocido por sus grafitis del Santo Padre como un superhéroe, ha sido elegido para proporcionar una perspectiva artística y romper con la presentación tradicional.
Cada lunes de Cuaresma, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, dirigido por el cardenal Michael Czerny, publicará una viñeta de Maupal que ilustra un pasaje del mensaje papal.
El 1 de febrero durante la presentación en el Vaticano, el cardenal Czerny ha subrayado que el mensaje aborda temas clave de las encíclicas Laudato si’ y Fratelli Tutti, como la ecología integral y la fraternidad. Ha destacado que la Cuaresma es un período de libertad y esperanza, enfatizando que la conversión personal debe ir acompañada de la conciencia de los desafíos de nuestro tiempo y de la promoción de la fraternidad.
El primer cartel de Maupal representa al Pontífice llevando un carro cargado con una bolsa de fe a través de un desierto sembrado de clavos, simbolizando los viejos y nuevos ídolos. La imagen representa la fuerza de la fe para superar los obstáculos y alcanzar la libertad. Maupal, inicialmente atraído por el Papa Francisco debido a su empatía y defensa de los más débiles, espera transmitir los valores cristianos a través de sus siete dibujos, ofreciendo un mensaje fácilmente comprensible incluso para niños y jóvenes.
Pallotta es un artista nacido en Roma en 1972. Reconocido mundialmente, ha expuesto en ciudades como Londres, Roma y Miami. Destacado en fine art y street art, ha pintado obras notables de figuras como el Papa Francisco y la Reina Isabel II.
Su enfoque artístico aborda temas sociales y realiza talleres con reclusos en instituciones penitenciarias y estudiantes en escuelas de Italia y Alemania. Incluido entre los 30 artistas callejeros más influyentes por ARTNET en 2016, ha participado en eventos nacionales e internacionales.
–¿Cuál es el mensaje de Cuaresma más difícil de plasmar, de transmitir a través de su arte?
–Sin duda, el mensaje del Papa Francisco sobre la esclavitud, la esclavitud interna ligada a hábitos e idolatrías personales. Representar esta esclavitud espiritual es un desafío particular.
–En un grafiti suyo, representa al Papa al subir por una escalera, él pinta un símbolo de paz mientras un guardia suizo vigila que no venga la policía italiana. La paz es un bien escaso hoy. ¿Cómo se desarrolla esta perspectiva artística en su trabajo?
–Me pongo en los zapatos de un niño, sin prejuicios, con una visión nítida y pura de la vida. Encontrar la paz entre los seres humanos es el acto más inteligente que podemos realizar, no solo en situaciones como Israel y Palestina, sino en todas las guerras del mundo. Debemos desarrollar una mentalidad de paz clara y definitiva.
–En su arte se percibe una admiración por el mensaje del Papa Francisco.
–Digamos que empecé a pintarlo de manera bromista, porque Papa Francisco era poco conocido cuando fue elegido. Con el tiempo, sin embargo, desarrollé una verdadera admiración. Es el único entre los poderosos de la tierra que está del lado de los más débiles, buscando el bien para todos. Su humildad y humanidad son razones por las cuales lo admiro.
–¿Se considera un artista rebelde?
–No, no soy un artista rebelde. Siempre he transmitido el mensaje del Papa, tomando inspiración de su contenido, difundiéndole en las calles de manera positiva. Siempre he puesto mi cara e identidad en las obras, creyendo que estaba diciendo lo correcto sin esconderme.
–¿Cree que a veces este tipo de arte se convierte en oración o búsqueda de trascendencia?
–Creo que el arte sacro existe desde hace siglos, y en cierto sentido, puede acercarse a la oración o difundirla.
–Y el arte callejero, ¿cómo encaja en este contexto?
–En los últimos siglos, los artistas se han alejado de las representaciones religiosas, pero el arte callejero lucha por representar la cristiandad en los muros. En Europa, es raro ver obras religiosas, y sí las hay, a menudo son ofensivas, denigratorias o contrarias a la fe.
–¿Cómo ha sido presentar su trabajo al Papa Francisco?
–Le regalé a Papa Francisco toda la colección de obras que le había dedicado hasta ese momento. Su evaluación siempre es ingeniosa, se divierte al ver cómo lo dibujo de manera cómica. Una broma que me hizo fue preguntarme por qué siempre lo dibujo tan regordete.
–¿Este encargo en el Vaticano cambió algo en usted?
–Soy creyente, aunque voy por etapas. Depende del período de la vida, de la edad, de las situaciones. No soy un católico modelo, pero sí creyente.
–¿Puede describir el primer póster de Cuaresma, titulado Fe?
–Papa Francisco representa al pueblo cristiano cruzando un desierto de clavos para alcanzar la libertad. Me imagino al Papa colocando el saco de la fe en una carretilla con una rueda de goma, simbolizando el milagro en el cual los clavos se abren como el Mar Rojo para Moisés.
Fuente El Debate
