Estados Unidos le retirará las visas a funcionarios haitianos actuales y pasados vinculados a organizaciones criminales, y dará asistencia humanitaria y de seguridad a Haití, informaron el miércoles funcionarios estadounidenses.
Los funcionarios hablaron por teléfono a condición de anonimato, en momentos en que una delegación estadounidense llega al país caribeño paralizado por pandillas y protestas antigubernamentales y agobiado por escasez de agua, combustible y otros suministros básicos.
Las fuentes declinaron revelar cuántos ni cuáles funcionarios haitianos perderían sus visas, diciendo solamente que la medida abarca también a los familiares.
Los oficiales dijeron también que el gobierno está trabajando con México en una resolución de la ONU para proponer sanciones y medidas adicionales de cara a los numerosos desafíos que enfrenta Haití.
Los funcionarios declinaron decir cómo será repartida la ayuda, aunque indicaron que la Guardia Costera de Estados Unidos desplegará un barco a Haití a pedido de funcionarios locales.
También declinaron decir cuándo, cómo y qué tipo de asistencia humanitaria y de seguridad será entregada, añadiendo únicamente que serán entregados detergente, botellones de agua y sales de rehidratación ante un reciente brote de cólera que ha matado a gran cantidad de haitianos y ha enfermado a centenares.
Brian Nichols, responsable de la oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado, voló el miércoles a Haití para reunirse con políticos y líderes de la sociedad civil.
El viaje surge días después de que el primer ministro Ariel Henry solicitó el despliegue inmediato de efectivos extranjeros para ayudar a recuperar la seguridad del país. Las pandillas han bloqueado un importante depósito de gasolina, y los problemas del país se han agravado debido a las protestas contra Henry.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene planeado discutir la solicitud de Henry en los próximos días. En una carta enviada al consejo el domingo, vista por The Associated Press, el secretario general de la ONU António Guterres ofreció varias opciones, incluyendo una fuerza de reacción rápida.
No quedaba claro si la ONU o países individuales, o ambos, enviarían tropas bajo ese plan.
El martes, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que el gobierno estadounidense está revisando la solicitud de Henry con otros países “a fin de determinar cómo podemos mejor contribuir a eliminar las restricciones a la seguridad de medidas médicas y humanitarias diseñadas a detener la propagación del cólera”.
Ha pasado un mes desde que una de las más poderosas pandillas rodearon un importante terminal de combustible en Puerto Príncipe, impidiendo la distribución de unos 10 millones de galones (unos 37 millones de litros) de gasolina y diésel y más de 800.000 galones (unos 3,6 millones de litros) de kerosén.