Dubái (Emiratos Árabes Unidos).- Durante la Cumbre de Líderes del Grupo G77+China, desarrollada en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), República Dominicana se ofreció como sede de la junta directiva del fondo de pérdidas y daños, que ya acumula casi USD 600 millones, a favor de los países vulnerables ante los embates del cambio climático.
Así lo manifestó durante su participación en la COP28 el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton, quien junto con la viceministra de Cambio Climático y Sostenibilidad, Milagros De Camps, encabeza la delegación dominicana en la cumbre climática.
Ceara Hatton resaltó los avances sobre el financiamiento a los que han arribado los países participantes en el evento. Sin embargo, apuntó la “urgencia de operativizar el consejo” para que los recursos lleguen de manera rápida y decisiva a los países que, como República Dominicana, los necesitan para hacer frente a los efectos del cambio climático.
“República Dominicana considera esto como una prioridad apremiante y se mantiene firme en nuestro compromiso de materializar este esfuerzo”, al expresar su confianza en que la iniciativa que busca facilitar el acceso a recursos financieros pueda contar con el apoyo del G77+China para acelerar la operativización.
Ceara Hatton resaltó el rol negociador de República Dominicana para que se lograra el fondo para pérdidas y daños en espacios como el propiciado por la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, por sus siglas en inglés), la COP26 y la COP27.
Recordó que en la actualidad el país enfrenta uno de sus principales desafíos de alto impacto ambiental producto del cambio climático: la incidencia del sargazo que afecta a toda la región del Caribe.
“Otro caso de pérdidas y daños que se ha convertido en una grave amenaza para la vida marina, para nuestra principal actividad económica y fuente de divisas; me refiero al turismo y, por vía de consecuencias, para la calidad de vida de una parte de la población caribeña”, apuntó, al referirse al tema del sargazo.
“Es difícil y costoso recogerlo en el mar, pero si llega a la playa es igualmente difícil recogerlo y si se pudre genera ácido sulfhídrico, amoníaco, arsénico y otras sustancias químicas de alto impacto ambiental y humano”, dijo.
En ese sentido, alentó a los países a cumplir con la responsabilidad de canalizar estos fondos hacia iniciativas que fomenten la resiliencia, mitiguen los riesgos climáticos e impulsen la transición hacia fuentes de energía sostenibles y renovables.
“Al alinear nuestras acciones con nuestras aspiraciones, podemos trazar un rumbo que no sólo proteja nuestro planeta, sino que también asegure justicia y equidad para todas las naciones, especialmente aquellas más susceptibles a las duras realidades de un clima cambiante”, manifestó Ceara Hatton.
República Dominicana, liderando a un grupo de países de la región, logró la aprobación del fondo de pérdidas y daños en la COP28, cuya puesta en operación inicial a corto plazo ya acumula 598 millones de dólares, siendo esta una de las principales metas del país en la cumbre climática.
Como parte de la delegación dominicana, acompañaron a Ceara Hatton el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, Max Puig; Renso Herrera Franco, embajador de la República Dominicana en los Emiratos Árabes Unidos, y José Blanco, embajador, representante permanente ante la ONU.