Agencia AF PHouston, Estados Unidos
Kamala Harris y Donald Trump se citan este viernes en Texas, ella para defender el derecho al aborto en un mitin con la cantante Beyoncé y él para hablar de su tema favorito, la inmigración, sin que las encuestas se muevan a favor de ninguno de ellos a 11 días de las elecciones.
Están empatados con un 48% de intención de voto, según el último sondeo del The New York Times/Siena College.
En un país muy polarizado, estas elecciones están creando un revuelo en la prensa.
El prestigioso Washington Post, que apoyó a los candidatos demócratas en las últimas cuatro elecciones, sorprendió anunciando que esta vez se mantendrá al margen. El director general del periódico, propiedad del multimillonario Jeff Bezos, dice que lo hacen para preservar la “independencia”.
Texas, un estado del sur gobernado por los republicanos, es una parada poco ortodoxa para los candidatos, que se supone deberían centrarse en los siete estados clave que probablemente decidan el resultado.
Pero tanto la vicepresidenta demócrata como su rival, el expresidente republicano, han decidido dar fuelle a sus campañas recordando lo que los separa.
Los demócratas apuestan por un espectáculo estelar, que también contará con la leyenda del country Willie Nelson, para abordar los derechos reproductivos en un estado que ha prohibido estrictamente el aborto.
Trump, de 78 años, presume de que el nombramiento de tres jueces conservadores en la Corte Suprema durante su mandato contribuyó a anular en 2022 el derecho federal al aborto.
El mensaje de Harris, de 60 años, es claro: Trump es una amenaza para las libertades de los estadounidenses.
La demócrata ha comenzado su campaña infundiendo optimismo a los votantes para “pasar página” pero a la vista de que las encuestas no se mueven se ha vuelto más sombría, advirtiendo a los estadounidenses que Trump es “un fascista” que quiere “un poder sin control” y beneficiar a sus amigos millonarios con reducciones de impuestos.
El mundo del espectáculo se ha puesto de su parte. Muchos artistas como Taylor Swift, Lizzo, Stevie Wonder, Bruce Springsteen, Eminem o Usher piden el voto para ella.
El alto en Texas persigue otro objetivo. Y es que las elecciones no solo entregarán las llaves de la Casa Blanca sino que son una batalla por el control del Congreso.
Texas es uno de los pocos estados que podrían permitir a los demócratas ganar un escaño en el Senado si Colin Allred logra desbancar a Ted Cruz, un conocido senador republicano.
Cruz asistió a un acto de Trump en la localidad texana de Austin, donde grabará un pódcast con Joe Rogan, un presentador muy popular entre los hombres, una parte de la población reacia a respaldar a Harris.
“Zona cero”
“Estamos hoy aquí, en el gran estado de Texas, que (…) bajo Kamala Harris, se ha convertido en la zona cero de la mayor invasión fronteriza de la historia del mundo”, afirmó Trump.
Y la acusó una vez más de “importar pandillas de migrantes”.
Durante el acto la madre de una adolescente asesinada presuntamente por migrantes se quejó de que Harris no la ha llamado para darle el pésame.
El expresidente estigmatiza a los migrantes diciendo que cometen asesinatos cuando en realidad la delincuencia nacional ha disminuido, según cifras oficiales, y el número de crímenes atribuidos a migrantes es muy bajo en proporción al de extranjeros en situación irregular.
Este viernes, Trump insistió en que Estados Unidos es “un cubo de basura para que el resto del mundo arroje a las personas que no quiere”.
Si gana las elecciones promete “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, poner fin a la política que consiste en liberar (en espera de un juicio migratorio) a los migrantes que cruzan la frontera sin autorización, resucitar un programa para que esperen el desenlace del proceso migratorio en México y prohibir las ciudades santuario, que protegen a los migrantes de la expulsión.
Concluirá su jornada con un mitin en Michigan, que junto con Pensilvania, Wisconsin, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Georgia, es otro de los estados bisagra o pendulares, que no votan por un partido sino dependiendo del candidato.