Pedernales sirve ahora mismo como un ejemplo concreto de muchas acciones que, sin duda, serán positivas para el futuro del país. Si bien cada gobernante toma sus decisiones según sus prioridades —y respeto eso—, si yo fuera el presidente de la República, daría el ejemplo con Pedernales y Oviedo, es decir, con toda la provincia: cero motores. Sí, propondría cero motores en Pedernales.
¿Por qué razón? Porque esta provincia, con la gran transformación que está liderando el gobierno central, tiene el potencial de convertirse en un modelo de desarrollo ordenado, limpio, seguro y sostenible. Pedernales es, además, una de las provincias con menor densidad de motocicletas actualmente. Eso la convierte en el lugar ideal para iniciar una nueva cultura de movilidad y de respeto al espacio público.
Esta propuesta, aunque radical para algunos, busca anticiparse a los problemas de tránsito, ruido, contaminación y accidentes que hoy afectan a otras zonas del país. Si Pedernales se proyecta como destino turístico internacional, debemos cuidar su entorno desde ahora.
Cero motores sería un símbolo, una medida preventiva, y sobre todo, un mensaje claro de que la modernidad no tiene que estar reñida con el orden ni con la planificación urbana.