¿Cuál presidente construyó más obras? Es imposible comparar 31 años de Trujillo, 22 de Joaquín Balaguer, 12 de Leonel Fernández, 4 de Hipólito Mejía, 8 de Danilo Medina y 4 y medio de Luis Abinader.
La pregunta que procede es ¿en cuáles de esos gobiernos se pagaron más sobornos en la construcción de esas obras? Y el político que abrió el tema fue precisamente el que durante su mandato pago más sobornos que en cualquier otro en la contratación de obras y la compra de bienes y servicios. Pero ahí no está lo peor. Muchas de esas obras asignadas de grado a grado tenían innumerables vicios de construcción, los contratos no siempre se registraban en la Contraloría, muchas duplicaron su presupuesto original y más de 1,550 obras quedaron inconclusas en el 2020, cuando Luis Abinader asumió el poder.
Las auditorías detectaron también que los miles de millones en equipos adquiridos para los hospitales y escuelas nunca llegaron completos o tenían marcas diferentes y de menor calidad. Este Gobierno no tiene que competir con nadie en cuanto al número de obras públicas construidas. Lo que tiene que hacer es continuar ejecutando esas obras con transparencia, cumpliendo las leyes vigentes y procesando las impugnaciones de otros concursantes, cuando existan indicios de irregularidad justificadas o posibles sobornos, lo que implica un proceso de investigación inmediata. Aplicar el dicho: “avanzamos sin prisa, pero sin pausa”.
Obviamente, ahora todo es más lento, pero mucho más transparente. Licitar una obra o la compra de bienes y servicios requiere un largo proceso administrativo para evitar errores que lo invalide todo.
Lo que debe preocuparnos es lo que el Gobierno y las organizaciones privadas harán respecto al tema fiscal. Hay que sentarse a negociar una nueva propuesta de reforma para que la economía no se deteriore y su crecimiento se aleje de su potencial.