Internacionales

Declaración del Centro Carter Sobre la Elección enVenezuela

ATLANTA (30 de julio de 2024) — La elección presidencial de Venezuela de 2024 no se
adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser
considerada como democrática.


El Centro Carter no puede verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la
elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela.
El hecho que la autoridad electoral no haya anunciado resultados desglosados por mesa
electoral constituye una grave violación de los principios electorales.


El proceso electoral de Venezuela en 2024 no ha alcanzado los estándares
internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido
numerosos preceptos de la propia legislación nacional. Se desarrolló en un ambiente de
libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad
civil y medios de comunicación. A lo largo del proceso electoral, las autoridades del CNE
mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la
oposición.


En el campo específicamente electoral, la actualización del registro de electores se realizó
con numerosos inconvenientes: plazos muy cortos, relativamente escasos lugares de
inscripción y una mínima campaña de información y difusión públicas. El problema se
agravó en el exterior, donde los ciudadanos enfrentaron barreras legales desmedidas,
incluso arbitrarias, para inscribirse en el padrón en el extranjero. El resultado de la
restrictiva jornada especial se tradujo en cifras muy bajas de nuevos votantes en el
exterior.


El registro de partidos y candidatos tampoco se adecuó a estándares internacionales. En
los años recientes, partidos de la oposición han sufrido intervenciones judiciales en
desmedro de sus liderazgos social y políticamente más reconocidos para beneficiar a
personas afines al gobierno, influyendo sobre la conformación de sus candidaturas. De
manera aún más importante, la inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de
oposición se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que
adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos.


La campaña electoral se desarrolló con un notable desequilibrio a favor del gobierno en
todos los campos. La candidatura oficialista contó con muy amplios recursos, lo que se
tradujo en la gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor. Se
observó el abuso de recursos públicos, incluyendo el uso de vehículos, la movilización de
funcionarios para la campaña y el uso de programas sociales. Asimismo, la candidatura
gubernamental tuvo preponderancia en la televisión y la radio, tanto en publicidad,
transmisión de eventos y cobertura noticiosa. Las autoridades intentaron restringir las
campañas de la oposición, incluyendo la persecución e intimidación de personas que
prestaron servicios o vendieron bienes para el proselitismo opositor para generar un
efecto disuasivo.


Pese a este contexto, la ciudadanía venezolana se movilizó masiva y pacíficamente el 28
de julio para expresar sus preferencias. La jornada de votación transcurrió de una manera
cívica, pese a restricciones en el acceso a recintos para observadores nacionales y, sobre
todo, testigos de partidos, mecanismos de eventual presión sobre el electorado (puntos de
control partidario gubernamental en la cercanía de los recintos para verificar la asistencia
de los votantes) e incidentes de tensión o violencia reportados en algunas localidades. En
el número limitado de recintos visitados, los equipos de observadores del Centro Carter
comprobaron la voluntad de la ciudadanía venezolana por participar en un proceso
electoral democrático y demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa,
testigos de partidos y observadores. Estos esfuerzos fueron desmerecidos por la ausencia
de transparencia del CNE en la difusión de los resultados.

Sobre la misión técnica de observación electoral del Centro Carter en Venezuela
El Centro Carter fue invitado por el CNE para observar la elección presidencial de 2024 y
firmó un memorando de entendimiento para garantizar que la misión pudiera observar
libremente de acuerdo con sus estándares metodológicos. El Centro Carter desplegó 17
expertos y observadores a partir del 29 de junio, con equipos en Caracas, Barinas,
Maracaibo y Valencia. La misión se reunió con una amplia gama de actores, incluyendo el
CNE, candidatos, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, grupos de
observación ciudadana, representantes de los medios de comunicación, funcionarios
gubernamentales, las fuerzas armadas y expertos electorales. Dada la cantidad de
integrantes, las observaciones directas del Centro Carter fueron limitadas, especialmente
el día de las elecciones. El Centro Carter publicará un informe final de su misión de
observación en Venezuela, detallando todos los hallazgos en este comunicado.
El Centro Carter ha observado 124 elecciones en 43 países y está comprometido con la
observación electoral imparcial e independiente que proporcione transparencia en los
procesos electorales con el objetivo de fomentar procesos que cumplan con los
estándares internacionales de elecciones democráticas.

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