Hay una relación directa entre la corrupción, el hambre y la pobreza. Mientras un país sea más corrupto habrá más pobreza y cuando la pobreza aumenta también lo hace el hambre y la desnutrición.
Revise las cifras en cada país del mundo y se dará cuenta que donde hay más pobreza es donde hay más corrupción pública y privada, aun con un buen crecimiento económico. Porque la corrupción es un cáncer que expande la brecha entre ricos y pobres.
Nicaragua, es el segundo país más pobres del continente con un alto crecimiento (4.6%) en el 2023, pero su presidente es un dictador y un corrupto.
Entonces, por derivada, es necesario atacar la corrupción y reducirla al mínimo para reducir la pobreza y el hambre. En el caso de la corrupción pública creo que estamos por buen camino. Sin embargo, la mayor corrupción ocurre en el ámbito privado que evade sus obligaciones con el fisco usando artimañas contables o escondiéndose detrás de la informalidad. La evasión fiscal es un delito conocido como fraude fiscal.
El presidente Abinader habló de llevar el hambre a cero, no la pobreza y es que hay diferencias entre ambas. La pobreza es más que alimentación. Es falta de agua potable, energía, salud, vivienda, etc.
La meta de bajar la pobreza al 15% y llevar el hambre a cero en cuatro años, solo es posible si la economía crece anualmente sobre el 5% y se reduce la profunda desigualdad social en el país.
Ese crecimiento es viable en los próximos 4 años, pero la desigualdad social requiere: a) Aumentar los ingresos del gobierno a través de una reforma fiscal integral; b) Mejorar sustancialmente la calidad del gasto, inyectando más recursos a la inversión pública; c) reducir drásticamente la alta evasión fiscal y; d) duplicar el salario mínimo y mejorar la productividad.
Lo primero fracasó con el retiro de la reforma fiscal del congreso, el segundo, ha mejorado, pero no lo suficiente, la evasión continua por los cielos y los salarios y la productividad siguen en cuidados intensivos.
Si logramos esos 4 objetivos, las metas anunciadas por el presidente serian totalmente factibles en un gobierno transparente.
Y sobre la evasión fiscal, AQUÍ ESTA LA RESPUESTA: “El español Rodrigo Rato, ex director del FMI, fue condenado a más de cuatro años de prisión y pagar una multa de más de dos millones de euros por corrupción y delitos fiscales, anunció este viernes un tribunal de Madrid”
Lamentablemente, este país está inundado de vacas sagradas.
