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Comenzó la guerra y como sacarle ventaja

Cuando varios países entran en una guerra comercial con aumentos recíprocos de los aranceles, podemos sacarle ventajas si no estamos metido en ese juego. Pero eso requiere inteligencia estratégica, análisis de mercado y flexibilidad para adaptarse a las nuevas condiciones. Aquí hay algunas formas de hacerlo según la inteligencia artificial.

Si varios países están en conflicto comercial y ponen aranceles a ciertos productos, otros países pueden llenar ese vacío. Hay que identificar qué bienes están siendo afectados y busca exportarlos a los mercados que los necesiten a precios competitivos.

Muchas empresas buscan trasladar su producción a países no afectados por la guerra comercial para evitar aranceles. Los países afectados por una guerra comercial trataran de expandir su comercio con otros países no afectados, buscando nuevos proveedores, pero necesitaran bajar los precios de exportación para competir, lo que también nos beneficia.

Como dice el refrán: No hay mal que por bien no venga. No obstante, la realidad es otra y nada es lo que parece.

Primero, todo lo anterior luce muy bonito pero la guerra comercial, incitada por Estados Unidos, se extenderá a otros países en adición a Canadá, México y China. El proteccionismo volverá por sus fueros y terminará afectando el comercio mundial, el crecimiento y la inversión, con un repunte de la inflación.

Segundo, viene la pregunta del millón ¿Qué productos podemos suplir a esos países en guerra comercial aprovechando nuestra ventaja competitiva? En el sector industrial son muy pocos por la baja productividad y altos costos de producción. En la agropecuaria y la agroindustria hay un filón de oro, pero eso requerirá un cambio profundo en los estándares productivos y la tecnología, que no sucederá de un día para otro. En la minería también, ya que tenemos insumos estratégicos, como las tierras raras, que está de moda, bauxita, mármol, ferroníquel, oro, plata, caliza, arcilla, entre otros minerales. Las zonas francas serían las que más beneficiadas en el corto plazo, donde sí tenemos ventajas competitivas por las condiciones particulares en la que operan. Una avalancha de empresas podría instalarse en el país para suplir bienes mas baratos a los países afectados por los aranceles recíprocos impuestos entre ellos.

Y tercero, cualquier medida que aumente los costos de producción en Estados Unidos por los efectos arancelarios, puede significar despidos masivos, aumentando el desempleo y eso tendría un impacto negativo en las remesas y el turismo.

Entramos en un túnel oscuro y sin salida, pero hay que sobrevivir sacándole provecho a todo. 

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