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Caricom contra postura de EUA sobre médicos cubanos

Varios líderes de países de la Comunidad del Caribe (Caricom) han criticado las restricciones anunciadas por Estados Unidos a las misiones médicas de Cuba, que han sido y son fundamentales para la subsistencia de los sistemas de salud de la región.

Como parte importante del personal de sus centros de salud, los miembros de Caricom siempre han agradecido el apoyo médico de Cuba, en especial durante la pandemia de la covid-19, y piden en todas sus reuniones el fin del embargo estadounidense a la isla.

En los últimos días, dirigentes de Caricom, una organización integrada por 15 países, han negado que contratar médicos cubanos sea una explotación laboral, como alega Washington, y han advertido de que sus sistemas de salud colapsarían sin estos facultativos.

Estados Unidos anunció a finales de febrero que amplía la actual restricción a los visados impuesta contra aquellos que se benefician de la “explotación laboral” de trabajadores cubanos en el extranjero, para aplicar también a funcionarios de gobiernos extranjeros que se cree que son responsables o que están involucrados en dicho programa.

La última en pronunciarse fue la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, presidenta actual de Caricom, quien aseguró que está preparada, como otros dirigentes de la región, a perder su visado estadounidense si no se logra “un acuerdo sensato” sobre este asunto, ya que “importan los principios”.

En la misma línea, prometiendo proteger su soberanía, se manifestaron sus homólogos de Antigua y Barbuda, Gaston Browne; San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; y Trinidad y Tobago, Keith Rowley.

“Acabo de regresar de California y, si nunca vuelvo allí en mi vida, me aseguraré de que la soberanía de Trinidad y Tobago sea respetada por todos”, afirmó Rowley esta semana.

Rechazan las acusaciones de trata de personas

Todos los dirigentes de Caricom coincidieron asimismo en rechazar que beneficiarse de las misiones médicas de Cuba sea una forma de trata humana.

“Les pagamos lo mismo que a los barbadenses. Repudiamos y rechazamos la idea, difundida no solo por este Gobierno de EE.UU. sino por el anterior, de que estábamos involucrados en la trata de personas”, subrayó Mottley.

“De repente nos están llamando traficantes de personas, se nos acusa de participar en el programa en el que se explota a las personas. Esa es la interpretación de alguien”, respondió por su parte Rowley.

Al respecto, el primer ministro de Bahamas, Philip Davis, dijo ayer que las leyes y la Constitución del país prohíben la implicación en trata de personas y que su Gobierno “nunca incurrirá en trabajo forzoso”.

“Va contra nuestras leyes y somos un país de derecho. No creemos haberlo hecho; no lo estamos haciendo, pero revisaremos nuestra situación”, añadió.

Las controvertidas misiones médicas son una iniciativa cubana que a lo largo de más de 60 años ha enviado, según datos oficiales, a más de 605.000 profesionales a 165 países, principalmente en el Caribe y América Latina.

Las críticas a las misiones, que La Habana defiende como una iniciativa legítima de “solidaridad internacionalista”, se centran en la comisión que se queda el Gobierno cubano de los salarios que pagan a los médicos los países anfitriones, así como en la retirada de pasaportes a los facultativos durante las misiones y a la falta de voluntariedad y transparencia, entre otros.

Dependientes del respaldo médico cubano

“Dependemos en gran medida de los especialistas en atención médica que hemos obtenido principalmente de Cuba a lo largo de las décadas”, reconoció el primer ministro de Trinidad y Tobago.

Igualmente, Browne dijo que EE.UU. debería tratar al Caribe con “cierto grado” de respeto: “Si tomaran medidas punitivas debido a la presencia de personal médico cubano en nuestros sistemas de salud, prácticamente desmantelarían estos sistemas en toda la región”, aseveró.

Por su parte, Mottley indicó que Barbados no cuenta actualmente con personal médico cubano pero que el país “no podría haber superado la pandemia” sin la ayuda de estos facultativos.

“Espero con ansias unirme a mis hermanos de Caricom para asegurarnos de explicar que lo que los cubanos han hecho por nosotros, lejos de asemejarse a la trata de personas, ha sido salvar vidas de muchos caribeños”, apostilló.

Caricom -integrada por Antigua y Barbuda, Barbados, Bahamas, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago- decidió en su última cumbre solicitar un diálogo con el presidente estadounidense, Donald Trump, para discutir este controvertido tema. 


Agencia EFE San Juan, Puerto Rico

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